Someten a revisión médica
a 1,500 choferes del transporte de carga y pasajeros
Publicado
en El Sol de Tampico
Fecha:
Martes 28 de noviembre de 2017
De
los casi 1,500 choferes de autobuses de pasajeros y tráileres que son sometidos
a revisiones médicas en la localidad, el grueso resultan aptos para desempeñar
esa tarea, pero también un gran porcentaje manifiesta que están enfermos de
diabetes, hipertensión u obesidad, advirtió el doctor Jesús Martín García
Gómez, jefe de la Unidad de Protección y Medicina Preventiva de la SCT.
Sin
establecer que esos sean factores condicionantes para la incidencia de
accidentes carreteros, en los que se involucran camiones de carga y pasajeros,
aseguró que en las revisiones médicas que llevan a cabo todos los días en puntos
como la central de autobuses de Tampico y las instalaciones de Pemex en Ciudad
Madero, la mayoría demuestra que no conduce bajo los efectos de drogas o
alcohol.
Además,
hay inspecciones aleatorias en las carreteras federales para reducir los
riesgos de percance en carretera, y son pocos los casos que se comprueba que
los hombres conducen bajo condiciones inapropiadas, aunque esas revisiones se
han extendido a su estado de salud pues muchos de ellos enfrentan padecimientos
crónico-degenerativos como diabetes o hipertensión y pueden sufrir
descompensaciones, agregó.
Manifestó
que la mayoría de los accidentes carreteros que involucran a tráileres o
autobuses de pasajeros se deben a fallas humanas y en pocos casos a drogas o
alcohol, pues existe una inspección constante en la red, la cual suele
incrementarse en temporadas vacacionales.
Externó
que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes mantiene el Programa 30
Delta, en coordinación con la Dirección General de Protección y Medicina
Preventiva en el Transporte, con el propósito de evitar accidentes en la red
carretera.
Se
trata de inspecciones en módulos para exámenes médicos a conductores de
autotransporte para evitar accidentes en las vías federales.
Los
exámenes que realizan son realizados por profesionales, que tienen como
propósito determinar si los operadores de autotransporte conducen bajo el
efecto de alcohol, enervantes, indisposición por cansancio o padecimientos que
afecten el estado de alerta.
Durante
la valoración médica, que tarda en promedio 10 minutos, se toman muestras
toxicológicas para detectar la ingesta de bebidas alcohólicas y enervantes, y
observación en los reflejos osteotendinosos y oculares.
También
se hace un examen de coordinación psicomotriz, inspección general, interrogatorio
intencionado, así como valoración de signos vitales, indicó, lo que ha
permitido reducir la incidencia de percances vehiculares.
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