NACIONAL

CIUDAD JARDÍN BICENTENARIO, UNA REALIDAD
• Toneladas de residuos orgánicos e inorgánicos que inundaban con fétidos olores, fauna nociva, e insalubridad dejaron de serlo con una inversión de 300 millones de dólares

CD. NEZAHUALCOYOTL, EdoMéx. 18 septiembre 2010.-  Hace dos años, toneladas de residuos orgánicos e inorgánicos inundaban con  insalubridad, fétidos olores y fauna nociva, el medio ambiente del Bordo de Xochiaca, en el Estado de México, al oriente de la ciudad, el depósito de basura había llegado a su límite máximo.
Un panorama desolador se integraba a la vida cotidiana de los habitantes del bordo de Xochiaca. La contaminación generada por el “tiradero a cielo abierto Neza 1”, afectaba a más de dos y medio millones de habitantes que actualmente viven en sus  alrededores.
El depósito de basura había llegado a su límite máximo y rebasaba la capacidad  de captación de residuos en más  de los 12 metros de altura. Las plagas nocivas de animales e insectos, amenazaban la salud de niños y adultos que comparten hoy en día, espacios vitales; la  generación de contaminantes al ambiente  estaba rebasado por el insuficiente manejo de lixiviados (líquidos producto de residuos orgánicos) que además propiciaban la constante generación de gas metano que afecta la capa de ozono.
Hoy en día, el paisaje es distinto y se ha transformado de una manera que debería de ser replicada en otras entidades, ya que la tecnología mexicana ha superado para bien las normas internacionales en el cuidado del medio ambiente. Lo que antes era el relleno sanitario Neza 1, se ha convertido en uno de los sitios más sustentables, que permitirán la sana convivencia familiar dentro un ambiente “verde” favorable para elevar la calidad de vida de la población en general.
La fórmula para este cambio radical fue la decisión de acabar radicalmente con esa fuente de contaminación, para esto se invirtieron más de trecientos millones de dólares informó Heberto Guzmán Gómez, Director General HG Desarrollos y Asociados, indicó que el gobierno del Estado de México, asociaciones civiles, fundaciones, cooperativas y empresas llevaron a cabo el plan para la realización este importante reto que además ha generado cinco mil empleos permanentes.
Actualmente se encuentran instaladas en un espacio de 138  hectáreas, El Jardín Bicentenario con 60  hectáreas de áreas verdes, que incluyen canchas para futbol de pasto natural, canchas de basket bol  y un monumental estadio de usos múltiples, con gradas y pista para eventos de atletismo, el espacio cuenta con dos lagunas artificiales que contribuyen al mantenimiento de las áreas verdes y de la humedad permanente, que requieren los lixiviados para la descomposición de la basura orgánica que se encuentra bajo la superficie y que acompaña a otros residuos sólidos que han sido compactados y nivelados dentro de una especie de “burbuja gigante”, que permite la descomposición de la basura sin afectar los mantos freáticos permitiendo el balance y sustentabilidad entre construcciones de gran peso, sin generar hundimientos.
Las “capas” de los materiales en la superficie, han permitido el fortalecimiento de la misma, estas incluyen: polietileno de alta densidad, tezontle, tepetate, residuos de envases de pet y tierra negra. El gas metano generado se quema actualmente y a mediano plazo se pretende utilizar el mismo, para la generación de energía eléctrica.
 Así, se han podido agregar a la zona; escuelas de educación básica, media y superior, supermercados, modernas tiendas departamentales, cine, la casa Telmex y en proceso un tianguis de automóviles así como un centro de rehabilitación infantil Teletón.
Sin duda; Ciudad Jardín Bicentenario es un ejemplo que demuestra que la sustentabilidad  y el desarrollo pueden funcionar en perfecta armonía. (El Planeta Azul).
 

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