La cruz a cuestas
Expediente 2018
Por: Luis Velázquez
Cuitláhuac García Jiménez, el góber electo de Veracruz, está a
punto de cargar la cruz a cuestas camino al Gólgota a partir de su palabra
incumplida con Ángel Álvaro Peña, ex jefe de Giras Presidenciales del
presidente José López Portillo, ex jefe de prensa de César del Ángel, de los
400 Pueblos, ex secretario de Turismo de Fidel Herrera Beltrán y compadre de
Joaquín López-Dóriga.
La historia inició en la campaña de Cuitláhuac a gobernador este
año en que Álvaro Peña acordó el cabildeo con los medios de la Ciudad de
México, sobre todo con reporteros de la fuente política y columnistas, sus
amigos entrañables para que el candidato de AMLO a la silla embrujada del
palacio de Xalapa tuviera una buena cobertura periodística.
Entonces el candidato le dio luz verde para operar y suscribir
compromisos a corto, mediano y largo plazo.
Ángel Álvaro, quien un tiempo de su vida también incursionó en la
dirección de un medio con base en Poza Rica, cumplió con la tarea “al pie de la
letra” y de pronto, luego del triunfo en las urnas, Cuitláhuac lo dejó solo y a
la mitad del río y con el río desbordado, con tiempo huracanado.
Incluso por más y más telefonemas nunca, jamás, le contestó las
llamadas ni menos, mucho menos, cumplió el acuerdo.
Así, el amigo que fue de José López Portillo fue dejado a la
deriva, pero tuxpeño al fin, claridoso, sin rodeos, Álvaro Peña habló con los
columnistas y contó la verdad de los hechos.
Ya se verá el resultado…
DESPERTAR DEL DINOSAURIO REPORTERIL
Cuitláhuac estará así enfrentando el despertar del dinosaurio
reporteril.
Por ejemplo, famosa la historia aquella de cuando López Portillo
era candidato presidencial y en campaña aterrizó en el estado de Jalisco.
La última noche de la gira, los enviados especiales de la prensa
fueron invitados por el jefe de prensa del candidato a gobernador a una noche
de farra y parranda en un antro como se estilizaba en aquellos tiempos del PRI
esplendoroso y radiante.
Y según fueron terminando su chamba, los trabajadores de la
información se integraban en grupitos y eran trasladados al prostíbulo.
Hacia medianoche y hacia las 3 de la mañana, todos preguntaban por
el jefe de prensa porque debían pagar la cuenta.
Y hacia las 4, 5 de la mañana, cuando se llegó la hora de ajustar
cuentas, el jefe de prensa seguía escondido.
Entonces los reporteros integraron una coperacha y quienes
pudieron aportaron unos centavitos, otros dejaron sus relojes o cadenas o
anillos y pagaron la cuenta.
Pero…mientras se daba la cooperación, entre ellos surgió la
iniciativa de la venganza, en ningún momento en contra del jefe de prensa, sino
del gobernador.
El acuerdo fue inventar una entrevista ruda y violenta, atroz y
cruel, con el jefe del Poder Ejecutivo, quien despotricaba contra el candidato
presidencial.
Y publicarla, desde luego, el mismo día en toda la prensa nacional
para que nadie fuera desmentido.
El jefe de prensa, simple y llanamente quedó sin empleo y el gobernador,
en el peor ridículo.
CABILDEO EN CHIAPAS
En contraparte, ha de citarse la última hazaña reporteril sucedida
en Chiapas cuando varios periodistas convencieron al gobernador y senador,
Manuel Velasco Coello, de que tenían relaciones extraordinarias con columnistas
de la Ciudad de México para manejar su imagen.
De acuerdo con las versiones, el gobernador del PVEM fue
convencido y les retribuyó un pago millonario, pero al mismo tiempo, les pidió
una prueba.
Los reporteros se trasladaron a la Ciudad de México e invitaron a
comer a varios columnistas, y luego de la comida y los alcoholitos, les
pidieron tomarse la fotografía para en automático enviar la foto a Velasco
Coello y a su jefe de prensa como una prueba de aquellas amistades.
Y Manuel Velasco quedó convencido y la posible intriga en contra
del gremio reporteril quedó conjurada.
DESPLEGADO PRIISTA A AMLO
Se ignora si la versión del desaguisado a que fue expuesto Ángel
Álvaro Peña por Cuitláhuac García con los medios defeños tenga la veracidad necesaria,
por lo siguiente:
En las llamadas “benditas redes sociales” por AMLO, el presidente
electo, circula un desplegado firmado por exalcaldes jarochos y militantes
priistas dirigido a Andrés Manuel López Obrador donde le expresan su respeto y
admiración y entrega a su lado para crear y recrear una patria nueva, luego de
que la patria está lastimada por, entre otras cositas, la inseguridad, el
desempleo, la corrupción, la impunidad, la opacidad y la injusticia.
Y entre los firmantes aparece Ángel Álvaro Peña, además de los
priistas más granados de Veracruz, como son Sergio Flores Armida, Adalberto
Tejeda Patraca, Enrique Hernández Crisanto, Efrén López Meza, José Tello
Allende, Anthar Kuri y Fernando Arteaga Aponte.
Y, bueno, más allá del significado polisémico de este desplegado
anunciado para publicarse en la prensa el 30 de octubre, resulta indicativo
que, por un lado, Ángel Álvaro haya tenido el desaguisado con Cuitláhuac
García, y por el otro, refrenda su patriotismo al lado de AMLO, citando,
incluso, una estrofa de un poema de Carlos Pellicer, el poeta tabasqueño que
diera su primera chamba a López Obrador en su vida.
Pero ni hablar, los caminos de Dios son tan impredecibles como
misteriosos…
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