PRI Perdona Y Otorga
Impunidad
ALMA GRANDE
Por Ángel Álvaro Peña
Lo que queda del PRI asegura, desde su cúpula, que se
reestructurará y que surgirá de las cenizas para volver a ser lo que fue. Pero
lo que fue ya se borró con el olvido y las malas acciones de sus
militantes.
En realidad, a juzgar por las recientes acciones, convertidas en
nombramientos, el tricolor se encamina hacia el suicidio.
Hay quienes aseguran que una mano oscura y cercana coloca la buena
intención de la presidenta del CEN, Claudia Ruiz Massieu, como si se tratara de
una marioneta para salvar del barco que se hunde en su propio lodo, a quienes
deben favores.
Así, en esta perspectiva de sálvense
quien pueda, hay acciones que sólo reafirman la podredumbre que
existe al interior de ese partido.
En esta panorámica de ignominia, la presidenta del Comité
Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional, Claudia Ruiz
Massieu, designó a Erick Lagos Hernández, uno de los cómplices más notorios del
ex gobernador de Veracruz Javier Duarte de Ochoa, como nuevo delegado del CEN
para los estados de Oaxaca, Tlaxcala, Morelos y Puebla.
Erick Lagos Hernández ha sido diputado federal y local. En el
Comité Directivo Estatal del PRI de Veracruz ha fungido como presidente,
Subsecretario de Finanzas y Administración, Director de Asuntos Jurídicos y
Delegado Especial en diversos distritos electorales federales y locales.
También fue Secretario de Gobierno de su entidad natal, Veracruz.
Lagos fue secretario de gobierno durante el sexenio del gobernador
Javier Duarte, hoy en prisión y su relación con las cuentas oscuras del
exgobernador es muy estrecha; sin embargo, en el PRI se planea también darle
cauce a otros nombramientos en los que se les otorgue un fuero virtual a más
cómplices, como una burla a las leyes, pero sobre todo a los mexicanos.
Luego que el PRI no pregunte por qué perdió. Sin embargo, van
formándose en la larga fila de la impunidad otros cómplices que serán premiados
por la cúpula priista para evitar las acciones de la ley. Así, los voceros del
PRI que tienen todavía sus sucursales en algunos medios electrónicos dirán que
la acusación de corruptos es venganza política o cacería de brujas.
Pero ahí están en la fila Alberto Silva Ramos, Antonio Tarek
Abdalá, Adolfo Mota Hernández, Edgar Spinoso, Noemí Guzmán Lagunes,
Gabriel Deantes Ramos, Vicente Benítez González, entre otros muchos. Es decir,
más de lo mismo con los mismos.
También hay muchos cómplices del otro Duarte, habrá que investigar
en Chihuahua desde quienes aportaban dinero a sus campañas para darse cuenta de
quiénes fueron sus cómplices durante su gestión. Hay mucho trabajo para la
investigación del otro Duarte, que no se llevó poco dinero a sus bolsillos. Hay
muchos más, ahí están los Moreira, Rodrigo Medina de la Cruz, entre otros.
Los diputados y senadores del PRI cuestionan severamente, hasta
con sarcasmo, la amnistía anunciada para el nuevo gobierno. Pero ellos no sólo
perdonan y quieren obligar a la población a olvidar, sino que tienden los
puentes para la impunidad. Es decir, el PRI premia la corrupción y garantiza la
impunidad de sus militantes, a pesar de que la población le dio la espalda por
esos mismos motivos.
La cúpula del PRI aseguró que enmendarían sus errores, que al
partido le hizo falta voltear hacia las bases, tomarlas en cuenta.
Dijeron muchas cosas. Tanto Claudia Ruiz Massieu como el optimista
de la campaña René Juárez Cisneros, quien durante el proceso de proselitismo
aseguró que su candidato, José Antonio Meade Kuribreña, estaba en segundo lugar
en las encuestas.
Lo cierto es que el PRI, manchado de lodo y de sangre, con una
secuela de corruptelas en su haber no tuvo coincidencias suficientes con una
persona decente y bien preparada como Meade Kuribreña, quien nunca se
identificó con la podredumbre que existía al interior de ese partido ni comulgó
con las acciones de sus funcionarios en ninguno de los niveles de gobierno.
Así, el PRI se fue a la derrota, en una campaña que parecía ser
cada vez más difícil de sostener, porque mientras se aceraba el tiempo de las
elecciones veían como su desprestigio crecía y sus números se encontraban cada
vez más abajo en las encuestas.
Luego de los resultados catastróficos de los comicios los propios
priistas, de todos los niveles, pudieron advertir que había un partido pobre,
miserable en más de un sentido, hipotecado, con grandes deudas sociales,
económicas y políticas, y sin dinero. Es decir, hay priistas millonarios y un
PRI en el desastre financiero, al parecer sin remedio.
Muchos funcionarios se enriquecieron gracias a un PRI que ahora no
tiene dinero para sobrevivir, luego de una derrota sin precedente en las urnas.
Todo a causa de los excesos de sus propios militantes. El peor enemigo del PRI
fueron los priistas, lo saben, pero no lo memorizan.
La cúpula priista juega con la memoria de sus militantes que ni
siquiera han tomado en cuenta al partido para darse de baja, y esa cúpula que
cree engañarlos está siendo engañada, porque en realidad no cuenta con tanta
militancia como la que cree tener.
En este proceso de regalar impunidad a los culpables está la
designación de Eruviel Ávila como encargado de reactivar al partido en Chiapas.
La gestión de Eruviel fue uno de los factores que el PRI perdiera en el Estado
de México, luego de una gestión al frente del gobierno que elevó la inseguridad
al máximo en la historia de la entidad. Colocó a ese lugar en el primer lugar
en feminicidios y la transparencia en su labor no fue de las más claras.
Ruiz Massieu, en compañía del Secretario General del PRI, Arturo
Zamora Jiménez, “destacó la trayectoria política y partidista de los nuevos
delegados, a quienes convocó a brindar su mejor esfuerzo para unir a la
militancia por medio del diálogo y la inclusión, de cara a la renovación
partidista y la recuperación de la confianza ciudadana.
Resulta difícil creer que quieran recuperar la confianza ciudadana
con personajes que deberían estar en la cárcel. PEGA Y CORRE. – Luego de pretender
convertirse en un paladín de la justicia, el gobernador de Veracruz se ha
quedado solo en la búsqueda de cómplices de delincuentes de cuello blanco,
pertenecientes al equipo de su antecesor y acabar con la inseguridad en el
estado. Prueba de esta soledad en el ejercicio de administrar la justicia es el
ofrecimiento de un millón de pesos a quien aporte información para lograr
la captura de Martín Martínez Hernández, ‘El Mirinda’; Silvano Cruz Moreno,
‘Melvin Brown’; Héctor Gabriel Lugo, ‘El Tompo’; Julio Serrano García, ‘El Tumba’;
Jaime Lagunes Salgado, ‘El Gordo’; José Manuel Delgadillo Montes, ‘Joselyn’ y
HNI ‘El Toro’, miembros de Grupo Sombra. Lo cierto es que no hay orden ni
disciplina a la hora de procurar justicia, en ningún rincón del estado. Ahí
está el claro ejemplo de un terreno que fue asaltado en el ejido Monte Grande,
en el municipio de Tuxpan, uno de los más importantes del país. Con la
averiguación F2/1405/2018, el Fiscal General de Veracruz no ha movido un dedo,
a pesar de que sabe que en los alrededores de dicho lugar existe un verdadero
nido de maleantes que se dedica al robo de casas habitación, al asalto, al robo
de autopartes, incluso al secuestro. Pero la indiferencia siempre caracterizó a
Jorge Winckler Ortiz, quien de tanta pasividad en el puesto parece cómplice de
los delincuentes. El Fiscal segundo, José Marcel Enríquez Gómez, es quien
levantó la demanda y ni siquiera hubo visita ocular del lugar luego del robo… Esta columna se publica los lunes,
miércoles y viernes.
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