De la que nos
salvamos
ALMA GRANDE
Por Ángel Álvaro Peña
Cuando vio todas sus batallas perdidas surgió el monstruo que
lleva dentro. Las derrotas le fueron llegando como epidemia, cuando pensaba que
gozaba de cabal salud.
Lo que era la silla del virrey en el palacio de gobierno, ahora
debe parecerle una jaula. De ahí que el malhumor se convierta en su estado de
ánimo permanente.
Sabía que los empresarios llegarían, conocía las causas. Supo del
faltante provocado por su antecesor, el gran saqueador de las arcas de
Veracruz: Javier Duarte, quien dejó sin dinero la administración de Yunes
Linares y debió solicitar al Congreso de la entidad la aprobación de varios
préstamos, muchos, pero ninguno de ellos fue destinado a pagarle a casi un
centenar de empresarios que en su campaña prometió serían no sólo atendidos
sino subsanados sus faltantes.
Porque Duarte de repente dejó de pagar a proveedores, a los
prestadores de servicios, a la universidad, a los jubilados, pero se adueñó de
los impuestos de los empresarios de restaurantes y hoteles sólo por capricho y
así poder ofrecer a su esposa Karime la abundancia tan deseada.
La primera derrota empezó cuando bloqueó, con la fuerza pública,
el ingreso de cientos de camiones que se dirigían al estadio de fútbol
Luis Pirata Fuente.
A todas luces se mostró que no debió hacer eso porque nadie se lo creyó. La
intención era clara, hacer pensar que el acto de su contrincante, Cuitláhuac
García, no tendría apoyo.
La complicidad del gobernador quedó clara. No hubo duda de que se
utilizaron recursos humanos, económicos y materiales para la campaña de su
hijo. Los veracruzanos, los mexicanos y el mundo entero lo señalaron como el
gran perdedor de la campaña. Todavía no se sabía si iba a ser el perdedor en
las urnas, pero se hizo evidente que nunca supo llevar una campaña limpia y
transparente.
Porque político que no sabe competir en las campañas no es un
demócrata es un dictador, pero Yunes Linares tenía otro agravante que los
colocaba en el pasado, quería que su hijo fuera su sucesor, como sucede en las
monarquías. Y perdió como monarca en las urnas porque su hijo perdió la
gubernatura. Los veracruzanos prefirieron el cambio.
De la que nos salvamos, porque luego de dos años de ese periodo
que pasó sin pena ni gloria, hubieran llegado seis de Miguel Ángel Yunes
Márquez, y luego otra pesadilla, la de Fernando Yunes Márquez, otros seis años.
Es decir, un total de 14 años de esta dinastía que sería la envidia de los
emperadores chinos.
Una y otra las derrotas le siguieron como mal fario, luego vino la
resistencia de los legisladores locales por nombrar un fiscal anticorrupción a
modo. Para entonces Yunes Linares se parecía ya más a Duarte de Ochoa que a sí
mismo.
La derrota era cada vez más grande y no encontraba una salida
digna para su persona luego de dos años que se fueron tan rápido como su buena
suerte.
Los temas pendientes estaban vivos y mostraron su inconformidad.
Los adeudos que prometió resolver y cuyo anuncio le valió votos a su favor hace
poco más de dos años, no se han pagado. El gobierno de Veracruz no pagó,
tampoco se quedó ese dinero en sus cuentas bancarias. Se lo llevó Duarte a sus
bolsillos.
Entre esos pendientes está el adeudo a los empresarios, ahora
encabezados por la agrupación SOS, que ha luchado por lo que es suyo, sin que
haya respuesta del gobierno, quien se dice afectado también por empresas
fantasma. Empresas fantasma que no se crearon en el gremio empresarial sino en
los escritorios de la administración pública de Herrera y Duarte. Hubo quienes
fueron llamados a trabajar en el gobierno estatal por su experiencia y
facilidad para crear este tipo de empresas.
Ese es el caso de Alberto Silva Ramos, gran amigo de Javier
Duarte, quien había mostrado una gran capacidad para crear empresas fantasma
cuando era presidente municipal de Tuxpan, y fue llamado por el entonces
gobernador para que hiciera toda una cadena de este tipo de negocios, que en
realidad nunca existieron.
La lucha de los verdaderos empresarios en Veracruz tuvo su momento
más crítico la noche del lunes 16 de julio, cuando los policías que resguardan
el palacio de gobierno desalojaron con lujo de violencia a los empresarios que
estaban plantados en los pasillos para exigir una respuesta. Respuesta que
había prometido meses atrás el secretario de Finanzas y Planeación, Guillermo
Moreno Chazzarini, de la administración de Yunes Linares, que no resolvió nada
a los empresarios.
Los empresarios nunca se esperaron una respuesta violenta de quien
fue apoyado innumerables veces por muchos de ellos, desde la campaña hasta el
presente. Confiados, desprevenidos y con la intención de dialogar, los
empresarios fueron desalojados a empujones, insultados con palabras
altisonantes y con la macana amenazante sobre sus cabezas.
Por si fuera poco, el gobierno del estado, encabezado por Miguel
Ángel Yunes Linares, demandó penalmente a Alejandro Cossío Hernández,
integrante de la Asociación “Empresarios SOS”. Es citado como indiciado por la
Fiscalía general del Estado en venganza por la protesta en las instalaciones
del palacio virreinal de Miguel Ángel I, rey de Veracruz.
De acuerdo con un citatorio de la Fiscalía con fecha de 17 de
julio de 2018, el dueño de la empresa MRA -proveedor con el gobierno estatal
por un monto superior a los 52 millones de pesos- deberá presentarse a las
instalaciones centrales, en Xalapa, el próximo jueves 19 de julio donde será
notificado de una denuncia en su contra presentada por el titular de la SS
Arturo Irán Suárez.
En el citatorio la autoridad refiere a Cossio Hernández que deberá
de presentarse en calidad de acusado y lo invita a acudir acompañado
de un abogado. Al respecto el empresario confirmó que alrededor de las 18:30
horas fue notificado y calificó el citatorio como “un acto de cobardía del
gobernador Miguel Ángel Yunes Linares”.
Ahora el empresariado veracruzano es reprimido por la fuerza, les
asiste la razón y Yunes Linares aparece como un perdedor que violenta los
derechos humanos de los veracruzanos, mostrándose como verdadero peligro para
quienes lo rodean. Y debe alguien detenerlo en sus conductas poco funcionales.
Incluso debería pensar en atenderse de manera profesional, porque es muy humano
pensar en que las frustraciones que producen tantas derrotas juntas pueden
afectar el equilibrio mental.
Ahora los empresarios tienen en la conducta de Yunes Linares una
herramienta más para acudir a otras instancias, denunciar ante otros foros no
sólo su dinero sino la justicia que debe imperar en la entidad.
Una de las principales consignas de todo mandatario digno de
llamarse así, es la incansable lucha por la paz social, Yunes Linares hizo,
hace y seguirá haciendo lo contrario. PEGA
Y CORRE. – el Gobierno del Estado de Oaxaca, a través de su
Secretaría de Seguridad Pública, anunció medidas para frenar la inseguridad que
existe en la zona limítrofe con Veracruz y que puede llegar a su territorio,
ante este aviso elementos policíacos incrementaron su presencia en dos
municipios de Oaxaca, San José Cosolapa y Acatlán de Pérez Figueroa…Esta columna se publica los lunes,
miércoles y viernes.
Dudas y comentarios:
angelalvarop@hotmail.com
Facebook: PoliticosAD
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