CON DERECHO A REPLICA
Por Francisco Vargas
Perales
De Casta le Viene
lo Galgo
Ya
en las postrimerías del gobierno estatal de Miguel Ángel Yunes Linares, el
mandatario veracruzano una vez más imprime el sello de la casa al reprimir en esta
zona norte del estado, concretamente en el municipio de Tamiahua, una manifestación
de pescadores libres que le reclamaban a las compañías Trans – Canada, GDI y
Bonatti, que cumplieran los compromisos
adquiridos ante los pobladores de la zona, debido a que los pobladores están
recibiendo daños al atravesar un tubo que
transportará gas.
No
menos de un centenar de pescadores se apostaron frente a las instalaciones de
estas compañías en el poblado Barra de Corazones, exigiendo el pago de una
indemnización y que se cumplieran con lo prometido como es el arreglo de
caminos, la construcción de domos y otros beneficios que funcionarios de esas
compañías ofrecieron como recompensa para poder pasar sobre parcelas de
ejidatarios.
La
manifestación llamó la atención de la policía del estado, la que acudió a
tratar a pacificar a los pescadores, de tal manera que algún miembro de las
fuerzas del orden hizo uso de su arma de cargo haciendo disparos al aire para
amedrentar a los inconformes; versiones
hay que algunos de los lugareños que se manifestaban resultaron heridos y otros
fueron detenidos y llevados a las oficinas de la Fiscalía Regional.
Dicen
que de casta le viene lo galgo al gobernador Miguel Ángel Yunes Linares y en
esta ocasión, una vez más impuso el sello de la casa con este desalojo a sangre
y fuego, lo mismo que ocurrió el 9 de octubre del año pasado en el municipio de
Coxquihui, en la sierra de Papantla, cuando pobladores de ese lugar tomaron la
carretera exigiendo la llegada de laboratoristas para que se analizara el agua
que consumían, que suponían estaba causando la muerte en la población infantil,
los manifestantes tuvieron como respuesta de parte del gobernador Yunes
Linares, el envió de 200 policías para terminar con la manifestación y
detuvieron a pobladores que encabezaban este movimiento.
Y
para que no quepa duda que al gobernador se
le cuece aparte, como dirían en
el pueblo, el mandatario cansado de escuchar reclamos por el no pago de la
deuda a constructores veracruzanos, la noche de ayer mandó a desalojar de
palacio de gobierno a un numeroso grupo de constructores que decidieron
pernoctar en ese edificio frente a las oficinas del Secretario de Gobierno,
aplicando la misma técnica que había ocupado Miguel Ángel Yunes al anterior
gobierno estatal de Javier Duarte de Ochoa.
Los
constructores veracruzanos reclamaban el pago de una deuda institucional que el
pasado gobierno les quedó a deber por obras y servicios que
prestaron. A cambio del pago, los
inversionistas inconformes recibieron empellones de parte de la policía estatal
y fueron desalojados de ese edificio representativo del gobierno del estado.
Este
es el Miguel Ángel Yunes Linares que está próximo a terminar su mandato como
gobernador del estado, está visto que a Yunes Linares se le está acabando el
tiempo como gobernante que no pudo aumentar por la derrota de su vástago en la
pasada elección del primero de julio, pero también está visto que a Miguel Ángel
Yunes Linares se le agotó la paciencia y ya no quiere saber de diálogos con manifestantes
y mucho menos de reclamos por pago de deudas.
Miguel
Ángel Yunes Linares ya se va agotado de la paciencia e impone el sello de la
casa, la represión, dos años no le bastaron para pacificar el estado, aunque él
había prometido que en seis meses tendría controlado a Veracruz y libre de
malandros, el pueblo de Veracruz tuvo confianza en Miguel Ángel Yunes Linares aun
conociendo su carácter de “mecha corta”,
el electorado le vio su decisión de poder no sólo meter a la cárcel a
los saqueadores de la gavilla de Duarte, pero dice el provinciano que lo que
bien se aprende nunca se olvida y de casta viene lo galgo y Miguel Ángel Yunes
Linares termina como él lo sabe hacer, reprimiendo al pueblo de Veracruz.
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