Veracruz Invencible
ALMA GRANDE
Por Ángel Álvaro Peña
Los tiempos exigen cerrar heridas, armonizar entre todos,
reconstruir el tejido social, incluso el familiar luego de que durante muchos
años los gobernadores saquearon a los veracruzanos, menospreciando su
inteligencia e hiriendo su dignidad.
Son momentos en los que se debe gobernar para todos, aunque no
todos hayan votado por el ganador, así es la democracia.
La democracia hace iguales a todos. Unos más iguales que otros y
es por ello por lo que los similares se entienden en los objetivos comunes.
Coinciden en los fines, la democracia le otorga el derecho a escoger si se
trabaja para el pueblo o se trabaja para las élites. No son clases enemigas,
son sólo intereses diferentes.
Así, la situación de Veracruz llama la atención de todo el país.
Un viejo bastión priista, el estado con mayor riqueza natural, sede de la
violencia en los últimos años, sucursal de la impunidad en los últimos
sexenios. Ahora Veracruz se levanta, no despierta a la democracia, sino que los
veracruzanos votan por una democracia que no les permitieron ejercer antes.
Es por ello que al cerrar heridas el futuro es de todos, pero no
todos pueden acercar tiempos mejores al presente, esos son quienes trabajaron
para otras administraciones que, forzados o por su voluntad, contribuyeron a un
estado de cosas que la actual administración no pudo superar a pesar de sus
buenas intenciones, de sus promesas y sus juramentos. Hay quienes aseguran que
ni siquiera lo intentó Yunes Linares.
No es posible permitir que soldados de otros ejércitos se
infiltren en las filas del actual proyecto y puedan luchar en una guerra que no
les es propia. Así, quienes trabajaron en otras administraciones, lo dijo el
propio Cuitláhuac García Jiménez, nadie de administraciones anteriores formará
parte del nuevo equipo de trabajo del gobernador electo.
Ya la herencia de problemas viejos es suficiente para tener que
adoptar huérfanos de la involuntaria acción delictiva o de la premeditada
práctica de la corrupción. Probabilidades que merodean a los funcionarios
públicos de anteriores administraciones, sobre todo la de Javier Duarte y de
Yunes Linares.
Pero si de herencia hablamos vemos que no son pocos los
conflictos que se deben solucionar y que en las anteriores gestiones no
sólo dejaron de combatirse sino que se agudizaron ante la indiferencia que
acusa falta de sensibilidad, y en muchos casos, homicidio al quedarse con el
dinero de la comida de los pobres, porque eso fue lo que hicieron.
La herencia debe recibirse sin más remedio ni réplica. Todos los
gobernantes en México reciben herencias más malas que buenas; heredan deudas y
no capitales, debiendo recibir caudales de dinero de una administración a otra,
así es la democracia. Pero la democracia acaba de llegar a Veracruz, porque los
políticos en el poder no estaban preparados para ella.
Miguel Ángel Yunes Linares recibió una herencia que prometió
solucionar, esa fue la indemnización de los empresarios que fueron engañados
por Javier Duarte de Ochoa, pero en lugar de arreglar el problema tal y como lo
prometió en su campaña, Yunes Linares acusó a la organización de Empresarios
SOS, de estar conformada por empresas fantasma para dejar el problema vivo y
seguir heredándolo a subsiguientes administraciones.
Ante esta cerrazón amañada de la administración del actual
gobernador, Empresas SOS acudió a SEPIPLAN para que la Contraloría General del
estado revisara la autenticidad de las empresas que exigen su pago; todas las
empresas afiladas a esta agrupación existen, son reales, tienen domicilio y son
fácilmente ubicables, con un historial en Hacienda y trabajadores de carne y
hueso.
La actual administración de Veracruz quiso colocar a los
empresarios en el lugar de los delincuentes. Sin más averiguación calificaron
de empresas fantasma a cien de ellas que han trabajado por Veracruz y los
veracruzanos, pero era tiempo de hacer caso omiso a las peticiones. De las
promesas de campaña de Miguel Ángel Yunes Linares sólo queda un mal recuerdo,
ninguna se cumplió, deja los mismos problemas que recibió de Duarte al
siguiente gobernador.
Criminalizar a las víctimas es labor de autoritarios, es costumbre
de monarcas arraigados más al poder que al servicio público. Así también se
criminalizó por más de ocho años a quienes debieron ser atendidos como
víctimas, pero fueron colocados en el lugar de los delincuentes porque alguien
tenía que ocupar ese sitio y ni modo que lo ocuparan los verdaderos ladrones,
porque éstos estaban ejerciendo el poder.
Satanizar a la víctima ha sido un recurso muy utilizado por la
prepotencia y el autoritarismo. También lo hicieron con los periodistas, y lo
siguen haciendo. Bastaba con encontrar el cadáver, sin importar si era hombre o
mujer y el fiscal presumía que estaba vinculado al narcotráfico. Para el actual
fiscal no hay periodista veracruzano que no haya estado cerca del delito,
asociado estrechamente.
De esta manera el fiscal y su jefe evitaban la investigación y se
le daba carpetazo al caso, encubriendo a los verdaderos asesinos, que se veían
afectados por la información de los comunicadores.
La treta pudo funcionarle una vez a Duarte, pero la siguió
utilizando hasta el descaro. Al mismo tiempo que evitaba trabajar en la
procuración de justicia, encubría al verdadero asesino de periodistas, cuyo
número de muertes tiene cifra récord el estado.
Se criminalizó a los periodistas, a los empresarios, a los
estudiantes, a los campesinos. Todo aquel que exigía justicia fue colocado en
el banquillo de los acusados, por los funcionarios públicos, imposible darles
un lugar en el espacio del cambio, porque cómplices voluntarios o involuntarios
carecen de convicciones y eso lo demostraron claramente. PEGA Y CORRE. –
Una nueva moneda fue creada en Veracruz, el tumín, que significa dinero en
totonaca. Surgió de una investigación de la Universidad veracruzana para apoyar
a los habitantes de Espinal, municipio pobre de 25,000 habitantes, de los
cuales la mitad son indígenas totonacas. En esta región el salario mínimo
oficial es de unos $4 al día, e incluso algunos obtienen menos por su trabajo.
El tumín sirve para comprar comida, ropa o para pagar servicios. A
diferencia de los billetes tradicionales, que se valoran por el poder económico
o las reservas de oro del país que los emite, a los tumines los respaldan las
personas que los utilizan. Esta moneda solidaria ha traspasado fronteras
y se emplea en algunos establecimientos del extranjero como Argentina,
Colombia, Bolivia, Italia, Inglaterra y China… Esta columna se publica los lunes,
miércoles y viernes.
Dudas y comentarios:
angelalvarop@hotmail.com
Facebook: PoliticosAD
No hay comentarios:
Publicar un comentario