COLUMNA




Estados Unidos amarra navajas

ALMA GRANDE

Por Ángel Álvaro Peña

En las películas de Hollywood los rusos son malos y feos. Los estadounidenses son buenos y guapos. Así quiere el vecino país del norte que veamos la realidad del mundo y se esforzó durante muchos años por mostrar un panorama internacional donde triunfaban los buenos sobre los malos. Los buenos siempre eran los triunfadores, es decir, los blancos, güeros, buenos y guapos.

América Latina creció y maduró, advirtió que el resto del mundo no se acaba en Estados Unidos, sino que apenas empieza. Esa propaganda supuestamente oculta en la gran mayoría de las películas estadounidenses, sobre todo las de guerra, agotó sus posibilidades de convencimiento.

Pero algunos se quedaron en la época de los duelos de vaqueros que a la salida de una cantina se retan con sus pistolas hasta matar o morir.

Uno de esos nostálgicos del desastre y fanáticos de la guerra es el actual secretario de Estado del gobierno de Estados Unidos, Rex Tillerson, quien en su visita a México advirtió sobre el peligro de que los rusos, así en abstracto, no precisó si el gobierno ruso, la mafia rusa, los empresarios rusos. Simplemente los rusos, podrían intervenir en las elecciones de México.

Rex Tillerson tiene los días contados en ese cargo, a pesar de coincidir con la política agresiva e intervencionista del presidente Donald Trump.


Tillerson, de 65 años, con mucha experiencia empresarial pero ninguna política, niega haber pensado en abandonar el cargo pese a las informaciones que apuntan lo contrario. Elogia a Trump, pero admite problemas de comunicación y diferencias de criterio, y no desmiente que el pasado julio, como asegura la cadena NBC, llamara “idiota” al presidente.

Tillerson anuncia una iniciativa y Trump la rechaza públicamente poco después. Uno abraza la diplomacia, el otro amenaza con aventuras bélicas en un mensaje furioso en Twitter. Tillerson llama idiota a Trump y la respuesta del mandatario es retarle a una prueba de inteligencia

El secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson, dijo que la supuesta intromisión rusa en las elecciones estadounidenses de 2016 causó un grave daño a las relaciones entre ambos países, y quiere endilgarnos un enemigo gratuito como lo hizo con Corea del Norte.

La novatez y falta de conocimientos de nuestro Secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray Caso, siguió cada paso del discurso violento de Trump, y al ver que había una enemistad evidente entre la Casa Blanca y el gobierno del país asiático, le dio 24 horas al embajador de Corea del Norte para abandonar México. Días después Estados Unidos y Corea iniciarían pláticas de paz, dejando a México al margen de la amistad con Corea del Norte y del aprecio del vecino país del norte. Es decir, se quedó como el perro de las dos tortas a causa del desconocimiento de la historia de México, que debe ser un factor esencial en cualquier diplomático del mundo.

Así quiere Estados Unidos convencernos de que la razón y la bondad está en la casa Blanca y no en el Kremlin. Pero el Kremlin dejó de ser el enemigo que los estadounidenses creen que son, la guerra fría pasó hace varios años, aunque para Trump y sus colaboradores siga viva y a punto de una confrontación.

A pesar de lo absurdo que resulta este tipo de intervenciones, más cercanas a la fantasía que a la realidad, muchos funcionarios mexicanos, incluso candidatos a puestos de elección popular quieren convertir las palabras del funcionario de la Casa Blanca en una posibilidad, sobre todo sabiendo que las intenciones de los Secretarios de Estado del vecino país no son muy limpias ni pueden ofrecer nada bueno a los mexicanos.

La simple advertencia de Tillerson es una invasión a nuestra política. Estados Unidos está acostumbrado a hablar de México como si se tratara de un tema de política interna.

Es decir, cuando le conviene a la Casa Blanca, México es parte de su territorio y cuando no, no quiere dejar pasar un solo mexicano a su territorio, que resguardan con el mismo celo y violencia contra mexicanos, rusos, sirios, etc.


Lo lamentable es en primer lugar la ligereza de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México que permite este tipo de intromisiones de los estadunidenses, y en segundo, que algunos quieran hacer de una advertencia eminentemente intervencionista una bandera política, partidista e ideológica en plena campaña electoral de México.

La cultura política de los mexicanos no es muy profunda, la de algunos funcionarios tampoco, pero desde el poder aprovechan ese tipo de lagunas en los conocimientos históricos y políticos para meter este tipo de ruido con la intención de descalificar partidos, posiciones, candidatos y liderazgos.

En las elecciones de México no debe meterse ni Rusia ni Estados Unidos ni algún otro país. La decisión de los mexicanos debe estar libre de contaminaciones de intereses que nada tienen que ver con el progreso del país ni el bienestar de los mexicanos. El periódico español El país explica el contexto de la visita de Tillerson en estos momentos de esta manera: “La visita de Tillerson a México llegaba con el polémico plan de la Administración Trump de levantar un muro en la frontera con EE UU intacto -el presidente estadounidense sigue sin retractarse- y en plena renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, el mayor acuerdo de este tipo del planeta. Esta es la primera escala del diplomático en su gira latinoamericana -visita también Argentina, Perú y Colombia-, el Departamento de Estado trata de limar asperezas con México, posicionarse con firmeza sobre la situación que atraviesa Venezuela -país que no visitará- y combatir la influencia de China y de Rusia en la región. La advertencia a las autoridades mexicanas sobre la posible injerencia del Kremlin se enmarca dentro de esa preocupación del Ejecutivo estadounidense por el creciente interés económico y político de Moscú en Latinoamérica”.

La perfección del espionaje de los rusos en las elecciones estadounidenses, que terminaron por favorecer a Trump es una victoria del espionaje ruso sobre el de Estados unidos, situación que no pueden soportar los vecinos del norte y quieren injertar el odio hacia los rusos a como dé lugar.

Lo lamentable es ese contagio de algunos mexicanos que aprovechan mentiras para contaminar las elecciones de por sí complejas en un país que sigue pugnando por ser mejor cada día y elevar el nivel de vida de los mexicanos. PEGA Y CORRE. – Por si fueran pocos los problemas actuales de Veracruz, este lunes 5 de febrero habrá bloqueos en carreteras de este estado, además de las carreteras de Chihuahua, Jalisco, Aguascalientes, Zacatecas, Querétaro y Michoacán para protestar en contra del gobierno federal por la importación de leche y fórmulas lácteas que han ocasionado la quiebra económica de miles de familias productoras de este alimento en México. El representante del Frente Nacional de Productores y Consumidores de Leche, Miguel Franzoni Hernández informó que llevan varios meses en espera de que el gobierno federal mejore el precio de compra de leche a través de la Sagarpa y Liconsa, porque actualmente la pagan en seis pesos… Esta columna se publica los lunes miércoles y viernes.

Dudas y comentarios:
Twitter @politicosad 





No hay comentarios:

Publicar un comentario