Desde la esquina
Reforma educativa
Grises diputados
POR RAYMUNDO LEÓN
En el sector magisterial reina el
silencio. Hasta ahora, nadie ha hecho algún comentario con respecto de la
reforma educativa propuesta por el presidente Enrique Peña Nieto. Elba Esther
Gordillo Morales, dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la
Educación, prefirió evadir el tema el mismo sábado. Incluso ha declinado
ofrecer algún comentario con relación a la designación de Emilio Chuayffet Chemor como secretario de Educación Pública.
La reforma, apuntan algunos, es lo que
el país necesita en el renglón educativo. Con ella se alcanzará el desarrollo
educativo que se ha deseado para México desde hace muchos años.
Ya se verá si los sindicatos
magisteriales permitirán que se les quite la influencia que tienen en la
asignación de las plazas. Ya se verá seguramente en los próximos días cuál será
el posicionamiento de cada uno de ellos y en qué medida la reforma anunciada
afecta a los trabajadores de la educación.
En su séptima decisión, Enrique Peña
Nieto anunció al país lo siguiente:
“Ha llegado el
momento de la Reforma Educativa. Una nación basa su desarrollo en la educación.
El capital humano es la base del desarrollo y progreso de un país; ésta es la
razón por la que corresponde al Estado la rectoría de la política educativa.
“Atendiendo a esta responsabilidad, en los
siguientes días, enviaré al Congreso de la Unión la iniciativa para reformar el
Artículo Tercero Constitucional y, en su momento, la subsecuente Reforma a la
Ley General de Educación.
“Con esta reforma educativa, se establecen las bases
para el Servicio Profesional de Carrera Docente. Habrá reglas claras y
precisas, para que todo aquel que aspira a ingresar, permanecer y ascender como
maestro, director o supervisor, lo haga con base en su trabajo y sus méritos,
garantizándoles plena estabilidad laboral.
“De aprobarse la reforma por el Constituyente
Permanente, dejará de haber plazas vitalicias y hereditarias en el Sistema
Educativo Nacional.
“Esta reforma, también incluye la creación del
Sistema Nacional de Evaluación Educativa, que identificará, de manera objetiva
e imparcial, las necesidades de mejora de maestros, directores, supervisores,
escuelas y autoridades.
“Adicionalmente a la reforma, he instruido al
secretario de Educación Pública solicitar al INEGI la realización de un censo
de escuelas, maestros y alumnos. “Esta información, que hoy no se tiene, será
la base de datos necesaria para lograr una operación más eficiente y
transparente del sistema educativo de nuestro país”. Hasta aquí el mensaje del
nuevo presidente.
El país requiere de una reforma educativa que
impulse a México a dejar los últimos lugares en lo que se refiere a desempeño
escolar. Requiere que quienes estén en las aulas sean verdaderos maestros
comprometidos con la educación, con los niños y jóvenes y ello solamente se
acabará dando oportunidad de aspirar a una plaza a quienes verdaderamente
sienten el llamado del magisterio.
Seguramente en los días por venir habrá mucho qué
decir en el tema. Por lo pronto, el magisterio todo guarda silencio.
*** Guillermo Trujillo Álvarez, presidente de
la Red Ministerial Evangélica de Veracruz, exigió a los diputados locales que
se pongan a trabajar, a hacer lo que les corresponde y a desquitar la dieta por
la que se les paga.
El representante de los evangélicos aseguró que el
trabajo de quienes integran la LXII legislatura local ha sido gris. “No hay uno
solo que escuche la voz de sus representados, no hay uno que lleve esa voz al
recinto legislativo. En cambio, se les ve muy preocupados por las próximas
elecciones, ya quieren saltar como chapulines a otro cargo de elección popular.
Nada más hay que ver a los que ya andan trabajando para lo que viene el próximo
año y por ello han olvidado sus curules, su trabajo para el que fueron electos
y por el cual se les paga”, dijo.
Guillermo Trujillo fue aún más enfático al señalar
que en la actual legislatura local hay quienes tienen la esperanza de ser
llamados a trabajar al lado del presidente Enrique Peña Nieto, pero que en
realidad ninguno de lo merece porque no tienen los méritos para ser tomados en
cuenta. “Olvidan lo que dice la Biblia: Dios resiste a los soberbios y da
gracia a los humildes, por ello ninguno ha sido llamado al lado del
presidente”, aseveró.
El presidente de la Red Ministerial Evangélica
llamó a los representantes populares de Veracruz a ponerse a trabajar, a que
terminen su trabajo como diputados y que no sirvan de comparsa a los
funcionarios estatales y en cambio les hagan ver sus errores.
A Guillermo Trujillo no le tembló la voz al
asegurar que a los integrantes de la LXII legislatura local “les ha quedado muy
grande la investidura de diputados” y deseó que haya tiempo par que las cosas
cambien por el bien de los representados de cada uno de esos legisladores.
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