COLUMNA

 


Hipólito con la soga al cuello 

Por: Ángel Álvaro Peña

La situación que vive la capital del estado de Veracruz terminará con la llegada de Ricardo Ahued Bardahuil, quien compite por esa presidencia municipal por Morena y quien tiene todas las posibilidades de triunfar el 6 de junio. 

La ciudad de Xalapa no puede seguir viviendo un vacío de poder tal, que ha conseguido que la población esté inconforme con la administración de Hipólito Rodríguez Herrero, un académico sin experiencia y con muy mal tino a la hora de dirigir una administración pública que atentó contra los xalapeños y las finanzas públicas. 

Desde su llegada mostró incompetencia y los propios integrantes de su partido rechazaron una serie de disposiciones que atentaban contra la buena salud de las finanzas públicas. Su trato se volvió despótico aun con sus excompañeros académicos, a grado tal que para zafarse de un problema de poca claridad en su administración responsabilizó a otra académica universitaria, Clementina Guerrero, quien le sirvió de chivo expiatorio para lavarse las manos ante una serie de anomalías en su administración. 

Los beneficios para Xalapa han sido nulos en esta administración donde no se nota que haya gobierno. Poca responsabilidad y mucha opacidad en los manejos de las finanzas, que colocan, en todo momento, en entredicho no sólo la eficiencia de los militantes de Morena sino la de los académicos que quieren dar el salto mortal del aula a la política. Han mostrado no sólo improvisación y poca claridad en sus finanzas sino una total deshonestidad. 

La llegada de Ricardo Ahued, también de Morena, puede regresar a su partido la confianza en la administración pública, porque la solidez de este empresario habla por sí sola. El candidato a la capital del estado tiene experiencia en el campo de la política.

En 2005 fue alcalde de Xalapa por el PRI, posteriormente diputado federal a partir de 2009, posteriormente diputado local a partir de 2013. Se va a Morena, partido con el que llega a la senaduría en 2018, tras un breve periodo en la Dirección General de Aduanas, regresa al Senado, donde solicitó licencia para competir por la alcaldía de Xalapa. Todos los cargos los ha obtenido gracias a la votación de los xalapeños y nunca por la vía plurinominal, lo que demuestra la confianza que tienen en él los habitantes de la capital del estado. 

Es por ello que el actual presidente municipal de esa cuidad está dedicado en cuerpo y alma a impedir que llegue Ahued, porque sabe de sobra que esto le implicaría, muy probablemente, la cárcel ante los malos manejos y no ha dejado a un solo xalapeño como su amigo por su afán de actuar contra la ley. 

Hipólito Rodríguez había prometido luminarias para toda la ciudad y pavimentación en las diferentes áreas donde hacían falta. Aseguró que al final de su administración estos problemas quedarían resueltos y en ninguna de las dos áreas esenciales ha cumplido. Sin embargo, el presupuesto para realizar esas obras está entregado al ayuntamiento.

Muchos de los colaboradores de la actual presidencia municipal han tratado de renunciar a sus cargos, tal es el caso del director de Desarrollo Económico, Gerardo Martínez Ríos, quien le ha presentado su renuncia cinco veces sin que Hipólito tome en cuenta dicha solicitud. Lo mismo sucede con otras personas cercanas al presidente municipal que no quieren cargar con responsabilidades ajenas a la hora que llegue una nueva administración. 

Los xalapeños aseguran que no ha habido una administración de la presidencia municipal de su ciudad tan corrupta como la de ahora, donde Hipólito Rodríguez hace y deshace a su antojo como si la capital del estado de Veracruz fuera de su propiedad.

 

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