Polipeces: resurge el catán en cautiverio

El norte de Veracruz solía contar con abundantes ejemplares. Sin embargo, el consumo desmedido, la contaminación y la falta de una veda casi lo han llevado a su extinción

Publicado en: El Sol de Tampico

Eugenia Gómez

Además de ser el pez dulceacuícola de mayor tamaño en las aguas continentales del golfo de México, el catán es apodado por algunos como “el fósil viviente” debido a que estuvo aquí desde la época de los dinosaurios.

Sin embargo, la contaminación, su consumo desmedido y la falta de una cultura que entienda la importancia de la sostenibilidad han generado un gran desmejoramiento de esta especie, así lo explica Walton Román Estrada Aguillón, director general de Cobea Tamaulipas y asesor del Centro Acuícola Polipeces, ubicado en Tamós, Veracruz.

Es precisamente en este lugar donde se está buscando reproducirlo en cautiverio con dos fines: consumo y preservación. “Esta especie es parte de la cadena trófica de lagunas y partes de ríos que se ha visto desmejorada, no ha habido una veda que lo censure y su población ha caído”, comentó para EL SOL DE TAMPICO. 

Enfatizó que el proyecto “tiene el fin de repoblar y vender, porque tiene un gran valor en el mercado, pero también endémico”. Al respecto, señaló que originalmente este pez, cuyo nombre científico es atractosteus spatula, se podía encontrar en una parte de Estados Unidos, Nuevo León, Tamaulipas y del centro al norte de Veracruz. 

PREPARAN SU REPRODUCCIÓN

Actualmente hay cerca de dos mil a tres mil catanes en este espacio y cada año sacan de 500 a 800 crías en buenas tallas. 

Como su reproducción se lleva a cabo entre mayo y junio han comenzado con los preparativos que incluyen mover a 100 ejemplares a otros estanques, “también se les revisa la presencia de parásitos y se les medica en caso de ser necesario; se aumenta la dieta para mejorarlos(…) para que tengan una gran cantidad de hueva, de poder desovar y una gran producción de linaje”.

En esta labor participan alumnos del Cetmar No. 9 ubicado en Ciudad Madero, voluntarios de Cobea y la familia Covarrubias Policarpo, quienes son el principal motor de este esfuerzo por su preservación. 

UN PROYECTO FAMILIAR 

José Manuel Covarrubias Morales es quien inició con el proyecto del Centro Acuícola Polipeces. De la mano de su esposa Verónica Policarpo y sus hijos Emiliano y José, busca preservar esta especie que pasó de abundar a ser mínima en lagunas de la zona norveracruzana. 

“Empezamos poco a poquito conservándolo desde hace 12 años y no nos habíamos metido a la reproducción porque no teníamos ejemplares. Cuando trabajaban los del centro de Tancol nos dieron unos 80 pequeñitos y los fuimos levantando porque ya había la inquietud de reproducir”, comentó el entrevistado. 

Expresó que esta idea surgió porque cuando conoció los catanes descubrió que había muy pocos, pero que anteriormente sí había muchos, “entonces dije ‘vamos a meternos, a ver si en un futuro logramos su reproducción’ y aquí estamos, ojalá se empiece a comercializar, pero también a echar a las lagunas que eran su origen para que no se acabe”. 

Pese a ser el único centro acuícola de México que se enfoca a esta especie, ni autoridades municipales, estatales o federales se han acercado; por lo que hizo un llamado no solo a ellos, sino a la ciudadanía a que se interese por cuidar lo que consume y garantizar la estabilidad de los ecosistemas.

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