Veracruzanos En Peligro, Con Un Siglo De Atraso En Salud
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Nadie ha movido un dedo desde que
el estado era vanguardia en materia de medicina, a donde hasta los extranjeros
venían a curarse
Por Ángel Álvaro Peña
Veracruz tiene la fortuna de haber sido vanguardia en diferentes
órdenes del servicio público, en la calidad de su servicio y en la calidad y
calidez de su gente en las diferentes tareas, donde sobresale la salud.
Los gobiernos que ha tenido Veracruz no han sido los mejores del
país, son todo lo contrario y sigue de mal en peor.
Ahora que la salud es una situación de vida o muerte, las
autoridades del estado hacen más evidente su falta de atención por la salud de
las personas que votaron por ellos.
El hospital civil “Emilio Alcázar”, de Tuxpan, es una muestra de
lo que el estado ha hecho con todas sus responsabilidades. Desde octubre del
año pasado se denunció en este espacio sobre las anomalías y graves
deficiencias de este hospital, que fuera uno de los más importantes del país,
tanto que en tiempos de guerra algunos soldados estadounidenses preferían
atenderse en ese hospital que en uno de su país. Ahora es todo lo contrario.
La denuncia de Políticos al Desnudo se fue a la basura como muchas
otras de medios preocupados por la buena salud de los veracruzanos y de la
administración pública estatal.
La prensa en la entidad cumple con su responsabilidad, pero
quienes no cumplen ni medianamente con sus tareas son los funcionarios
públicos, desde el gobernador hasta el último burócrata, que ven en su trabajo
sólo una manera de divertirse y ver por sus intereses particulares.
El origen del Hospital Civil data de 1824, en ese lugar, como lo
habíamos escrito meses atrás, se improvisó un hospital llamado de “guerra”
para atender heridos de los frecuentes conflictos bélicos, hospital que, sin
personal y sin financiamiento pronto desapareció, a pesar de su eficiencia.
En 1874, con grandes dificultades por la renuencia social a la
vacuna contra la viruela, un médico procedente de las autoridades sanitarias de
la capital la aplicó y, a pesar de ello surgió una gran epidemia de viruela en
el estado, que provocó más de 250 defunciones.
¿Qué esperamos ahora si llegara una oleada de enfermos de
coronavirus, Covid-19, desde el amplio litoral del estado que conecta con el
resto del mundo?
Ahora, a 146 años de esa epidemia y de los esfuerzos por erradicar
la viruela, no existe posibilidad alguna de una respuesta efectiva y rápida. El
Hospital se ha convertido en un elefante blanco esclerótico, esto lo saben
quienes viven en el norte del estado y que creyeron que en realidad habría
algún cambio que les beneficiara, sobre todo en la salud, problema que coloca a
los más vulnerables al borde de la muerte.
A Veracruz llegó desde hace cinco siglos el viejo mundo, cuyos
hombres se sorprendieron al ver el grado de avance en los conocimientos en
todas las áreas. Veracruz es la puerta de entrada al mundo, de ahí que sea
necesario que más allá de playas soleadas que no le cuestan al gobierno un
centavo, porque son un regalo de la naturaleza, haya capacidad de respuesta en
su burocracia. No la hay.
Más frecuentemente, hace poco menos de un siglo, en 1927, se formó
la benemérita junta de caridad de Tuxpan, con base en la Ley número 34 sobre instituciones
de beneficencia pública y con esto, se ayudó en el financiamiento del hospital
Benito Juárez.
En 1934, se realiza el primer convenio del gobierno de Veracruz,
con el jefe del departamento de salud pública, creándose los servicios
sanitarios coordinados, motivo por el que se establece en Tuxpan un centro de
higiene a cargo del Dr. Pedro de Alba Álvarez y hacia 1936 le sucede el Dr.
Carlos Leglis Caballero, existiendo además un centro materno infantil a cargo
del Dr. Antonio Ramos.
En 1936, llega a Tuxpan el Dr. Andrés Villegas Miette, en 1937 se
hace cargo del centro de higiene. En esta época nace la idea de un moderno
hospital en sustitución del Benito Juárez.
México, incluido entre los países aliados contra el llamado eje de
la Segunda Guerra Mundial, sufrió el hundimiento de los barcos Potrero del
Llano, Juan Caciano y Faja de Oro, en el estrecho de Florida, con pérdidas
humanas, lo que motivó un convenio México- Estados Unidos para la construcción
de hospitales en la costa del Golfo de México, para la eventual atención de
pacientes, en caso de ataques de submarinos.
El presidente de la República y el Dr. Pascasio Gamboa, secretario
de salubridad y asistencia, firmaron con Estados Unidos el convenio para la
construcción de los hospitales de Tuxpan, Matamoros, Tampico, Veracruz y
Coatzacoalcos.
Entonces fue inaugurado por el Lic. Miguel Alemán Valdez, el 26 de
abril de 1949, con el nombre del “Hospital Civil Emilio Alcázar”. Se designó
como primer director al Dr. Andrés Villegas Miette.
El 7 de marzo de 1997, el Hospital Civil Emilio Alcázar, de
Tuxpan, se integra al organismo descentralizado “servicios de salud de
Veracruz”.
Ahora ese hospital ha sido reflejo de las muy malas
administraciones federales y estatales, porque ni siquiera ahora hay un poco de
atención sobre las anomalías administrativas, médicas, sociales, y humanas.
Porque en ese hospital, que en otros momentos fue modelo, ahora podemos ver a
pacientes graves en el suelo ante la falta de camas, si esto es en tiempos
normales nada bueno podemos esperar si el coronavirus viniera a Tuxpan a
invadir la salud de sus habitantes.
Ante esta realidad hay responsables, y el principal es el
gobernador Cuitláhuac García Jiménez, pero también el propio presidente de la
República, quien visita la entidad sin saber los datos históricos ni revisar,
por lo menos, superficialmente la infraestructura de salud de la que dice ser
ejemplo para el mundo y la historia.
Pero sabemos que es tradicional en México el hecho de que en todo
piensan los políticos menos en la salud de la población y no estamos en
momentos para dejar estas deficiencias.
“Emilio Alcázar” continúa con múltiples irregularidades, malos
manejos, y operando con innumerables carencias; por lo que aun con esta nueva
administración, tanto estatal como federal, no existen condiciones para
garantizar la salud ante la inminente llegada del Covid-19 al municipio, debido
al significativo aumento de personas enfermas en el territorio nacional y
considerando que Tuxpan se encuentra a tres horas de la capital del país, lugar
que puede tener un crecimiento de casos de contagio día tras día.
En octubre del año pasado se pensó en ampliar el hospital, en
adquirir camas, en mejorar el servicio, pero sigue como ejemplo de negligencia
y corrupción, factores que el presidente de la República se comprometió a
atacar, pero por lo menos en Veracruz no lo hace.
Es precisamente en el sector Salud donde se encuentra el Talón de
Aquiles de la actual administración, y en Veracruz el retraso es inmenso. Lo
dijimos y lo seguiremos repitiendo sin consigna ni bandera, ni colores
partidistas, ni intereses particulares, ni propinas a cambio. La salud es,
ahora más que nunca, un problema de vida o muerte. A trabajar.
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