COLUMNA



Desde el Café

¿Tanto tiempo para una campana?

Bernardo Gutiérrez Parra

Este martes en el puerto de Veracruz, padres y madres de niños con cáncer que se encuentran internados en el Hospital Pediátrico de esa ciudad, bloquearon por segundo día consecutivo la avenida 20 de noviembre en demanda de quimioterapias y medicamentos oncológicos para sus hijos.

Y es que desde hace varios días cincuenta niños que necesitan atención han sido abandonados a la buena de Dios porque el equipo dejó de funcionar. “Queremos atención para nuestros hijos. Es fundamental que tengan sus quimioterapias o se pueden morir” dijo la madre de un menor.

Sócrates Gutiérrez Castro, director del Hospital de Alta Especialidad, ofreció dialogar en su oficina con una comitiva de cinco padres. Estos aceptaron, pero pusieron como condición que estuviera presente un reportero porque “ya estamos cansados y hasta la madre” de promesas incumplidas. Y querían dejar constancia periodística de lo que se trataría en la junta.

Sócrates se negó y no hubo diálogo.

Mientras esto sucedía, familiares de once menores lograron un amparo para garantizar su atención médica y Namiko Matzumoto, presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, dijo que han recibido diez quejas por la falta de quimioterapias a los niños.

Ya con la bronca encima el Secretario de Salud y rey de los memes en Veracruz, Roberto Ramos Alor, señaló que la campana de flujo laminar que tenían en el Hospital Pediátrico no cumplía con los estándares de seguridad requeridos, por lo que están a la espera de una nueva que tardará en llegar alrededor de cien días. Y aprovechó el viaje para aclarar que la campana fue heredada “por los gobiernos anteriores”.

Imposible decirle al señor que por muy ladrones, corruptos y nefastos que hayan sido los gobiernos anteriores (que fueron eso y más), no se había visto en años un marcado desabasto de medicamentos como ahora, ni hubo broncas con las quimios para los menores. Pero bueno…

Desde el puerto jarocho, Sócrates Gutiérrez siempre sí habló con los reporteros para decirles que mientras el Hospital Pediátrico recibe el nuevo equipo, el ISSSTE realizará las mezclas para las quimioterapias. Y añadió que la campana de flujo puede tardar en llegar hasta ciento veinte días porque no la hay en México.

¿Tanto tiempo para que llegue una pinche campana? ¿Es que acaso la van a traer de rodillas o a lomo de un burro? Si desde diciembre se dieron cuenta que el equipo era deficiente ¿por qué esperaron nueve meses para buscar otro mejor?

Fernando Yunez Márquez, alcalde del puerto jarocho, vio la oportunidad de llevar agua a su molino y se presentó en la calle 20 de noviembre para hablar con los padres inconformes. Ahí les anunció que había iniciado una serie de cotizaciones para comprar el equipo a fin de que sus hijos sigan recibiendo las quimios. Sin embargo, acusó a la dirección del Hospital Pediátrico de negarle las medidas correctas y demás especificaciones de la campana.

Estos datos difícilmente se los darán por la simple y sencilla razón que es del PAN y en eso de ser sectarios nadie les gana a los de Morena.

La campana cuesta entre 250 y 300 mil pesos que no serían ningún problema de desembolso para el hijo de Miguel Ángel Yunes. En cambio, sí lo son para el gobierno de Cuitláhuac García que en eso de comprar medicamentos y equipo médico regatea más que una señora en el mercado.

Es bien difícil que la campana llegue en cien días y es casi imposible que la compre Yunes Márquez porque eso sería una bofetada para el gobernador Cuitláhuac García y su titular de Salud, Roberto Ramos Alor (¿Por qué nadie querrá a don Roberto cuando es un inepto bien intencionado?).

Con lo anterior, la vida de los menores estará en riesgo porque el ISSSTE tiene un stock de medicamentos oncológicos que es para sus pacientes y difícilmente alcanzará para cubrir las necesidades de cincuenta niños con cáncer.

Ayer en Tamaulipas y a propósito de los problemas de inseguridad que hay en esa entidad el presidente López Obrador dijo: “¡Ya! Al carajo con la delincuencia. Fuchi, guácala”. Expresión que ni mandada a hacer para los veracruzanos que no tardan en decir: ¡Ya! Al carajo con la inoperancia, ineptitud e irresponsabilidad de los funcionarios en Veracruz. Fuchi, guácala.

bernardogup@hotmail.com






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