ESTATAL

TEXTO IRREVERENTE

Publicado en NOTIVER
Por Andrés Timoteo
Fecha: 30 de diciembre de 2014
 
LA BOLA DE ABUSIVOS
 
Ya agoniza el 2014, un año que acumuló un sinnúmero de escándalos que indignaron a los mexicanos porque demostraron los excesos de la llamada clase política. Tan solo en los últimos días se dieron varios casos suficientes para colmar la paciencia de cualquiera. Ahí están los insultantes aguinaldos de funcionarios estatales y federales así como de los diputados cuando no hay dinero para pagar becas, pensiones ni medicamentos en hospitales.
 
También está el caso del automóvil Porsche Cayman con un valor de un millón 440 mil pesos que el coordinador de la Región Sur del Infonavit, el priísta Heliodoro Carlos Díaz Escárraga, regaló a su hijo Heliodoro Díaz Aguirre, también funcionario de Liconsa, como presente de Navidad. Estos tipos presumieron el coche en las redes sociales mientras el pueblo se muere de hambre.  La deducción es simple, un sueldo de un funcionario de ese nivel no alcanza para pagar un vehículo de ese nivel, y todo apunta a que es parte del latrocinio que comenten con el erario público.
 
El caso no está alejado de Veracruz pues el jefe de Díaz Aguirre en el Infonavit es Alejandro Murat, hijo del exgobernador de Oaxaca, José Murat, actual asesor del gobierno veracruzano que mensualmente cobra 1.2 millones de pesos por aconsejar a Duarte de Ochoa para cometer puras pifias. A ese si le da para comprarse un Porsche cada mes pues lo pagan los veracruzanos.
 
Ya ni se diga los casos que coronan la paciencia de los mexicanos que son  las casas de lujo que el grupo empresarial Higa entregó a Angélica Rivera, esposa del copetón Enrique Peña Nieto y a Luis Videgaray, el secretario de Hacienda y Crédito Público en un franco conflicto de intereses y una especie de soborno para ganar contratos multimillonarios de obra pública. Todos esos son los enojos de fin de año pues la mayoría de los mexicanos a duras penas pagará una cena mientras que la clase política vive como si fueran parte de un sultanato.
 
En Veracruz igualmente hay casos de excesos que aunque merecen r investigaciones judiciales los abusivos son premiados, protegidos, arropados y mecidos en la cuna de la impunidad. La lista es enorme, desde el iletrado José Ruiz Carmona que saqueó el Sistema de Agua y Saneamiento (SAS) de Veracruz pero que fue premiado con un cargo en la Secretaría de Desarrollo Social hasta la enriquecida exvocera estatal, María Gina Domínguez que en menos de cuatro años como funcionaria estatal salió millonaria y propietaria de medios informativos. En lugar de comparecer ante un ministerio público la llevaron a seguir de “aviadora” en un organismo priísta llamado Fundación Colosio.
 
Claro, todo pasando por casos de desvergüenza bárbara como los exfuncionarios Edgar Spinoso Carrera y Gabriel de Antes, pillos de siete suelas que acumularon fortunas con el erario y que en lugar de estar en una prisión, uno será candidato del PRI en Martínez de la Torre y otro se barajea para regresar al gabinete estatal. O el hermano del gobernante en turno, Cecilio Duarte, que exprimió el presupuesto de varias secretarías  con falsos proyectos pero cuyo caso no mereció la apertura de una investigación ni siquiera para disimular.
 
También el de los exsecretarios de Comunicaciones  Guillermo Herrera Mendoza, Francisco Valencia y  Raúl Zarrabal Ferat, que le metieron la mano al cajón pero que ahí siguen  impunes y campantes. Los dos primeros son funcionarios del gabinete y el último diputado priísta.  Enojan, por supuesto,  las vacaciones en el emirato de Dubai que presume en las redes sociales Ruth Callejas Roldan, hija del cacique magisterial y coordinador de los diputados priístas en Veracruz Juan Nicolás Callejas. Hasta donde se sabe, la hija del legislador priísta se hospeda en un hotel de cinco estrellas donde la noche cuesta no menos de 25 mil pesos, el salario mensual de varios maestros rurales.
 
O la dirigente estatal del tricolor Elizabeth Morales que se hizo rica con el erario de Jalapa, se construyó mansiones y se convirtió en dueña de más de una docena de negocios, especialmente bares, en la capital del estado. El robarse el dinero municipal la convirtió en candidata natural a dirigir el Revolucionario Institucional pues ahí el latrocinio es una cualidad no un defecto. Y qué decir del llamado Rey de la Basura, el diputado priísta, Antonio Baxin que cobra como “aviador” en el ayuntamiento de Veracruz más de 60 mil pesos mensuales.
 
Baxin es líder del Sindicato de Limpia Pública en el municipio donde jinetea las cuotas de los agremiados además de recibir más de cien mil pesos como diputado plurinominal y eso se suma a los 60 mil pesos de la nomina municipal. Vaya, ese señor recibe ingresos como si fuera un magistrado del Tribunal Superior de Justicia y es el ejemplo de que no es necesario estudiar para progresar: basta ser un sinvergüenza y robar a manos llenas.
 
Todo lo anterior son únicamente  algunos ejemplos  de los excesos indignantes del duartismo. Ellos se creen que el poder les durará siempre pero en un par de años tendrán que enfrentar la evaluación de los ciudadanos en las urnas, claro, si los veracruzanos reaccionan y deciden dar un escarmiento a estos impúdicos. Ya el año agoniza, como se dijo al principio, y claro, el 2015 también será una primera oportunidad para castigar a los abusivos.
 
Al hacer un rápido balance de todos los pillos que están en el gabinete duartista o la clase priísta que lo rodea, se recordó la anécdota de una entrevista que la periodista porteña Esperanza Morales hizo por allá del año 1998 cuando Miguel Alemán Velasco estaba por dar a conocer el gabinete que lo acompañaría en su sexenio. En una entrevista banquetera, la incisiva reportera lo cuestionó sobre los nombres que se habían filtrado a la prensa de los futuros funcionarios y tenían serios antecedentes de corrupción.
 
Alemán intentaba justificar a cada uno de los citados por la periodista tratando de negar los señalamientos pero  Esperanza Morales le citaba detalles y así, uno tras otro de los mencionados fue mencionado por sus antecedentes negativos hasta que el entrevistado se hartó de las preguntas y terminó la entrevista espetando : “¡Bueno, usted quiere dejarme sin gabinete!”. Alemán Velasco quiso regañar a la periodista o acaso burlarse de ella pero lo que en realidad  hizo fue confesar públicamente que su gabinete estaría integrado por una bola de ladrones. Y así fue. Hoy, esas condiciones de un gabinete lleno de personajes corrompidos se repiten en el duartismo pero multiplicadas a la décima potencia.












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