El gobernador viola las libertades
ALMA GRANDE
Por Ángel
Álvaro Peña
Cuando un periodista es desaparecido o asesinado hay un alivio en
algunos funcionarios públicos. Otros, desde las instancias de la procuración de
justicia, también hacen lo suyo y lo único que procuran es que todo vaya más
lento y sin investigaciones de por medio. En una complicidad silenciosa y nada
discreta parece que prefieren estar del lado de los asesinos que de los
posibles denunciados por los medios.
Algo pasa en la estructura del poder cuando asesinan a un
periodista.
La simulación impera. Las agresiones contra buscan el mínimo
pretexto en Veracruz para amedrentarlos, para evitar que publiquen algo acerca
de los servidores públicos. Los funcionarios en Veracruz tienen, desde hace
muchos años, al peor enemigo.
En Veracruz, gobierne quien gobierne, el blanco para disparar o
amenazar, desaparecer o encarcelar, son los periodistas.
Ahí está el ejemplo de la acción que realizó el propio gobernador
de la entidad, Miguel Ángel Yunes Linares contra Rogerio Pano, ex Gerente
de Noticias de Televisa
Veracruz, detenido arbitrariamente en una protesta de vecinos del
Fraccionamiento Lomas Residencial cuando bloqueaban el acceso a otro
fraccionamiento.
La saña del gobierno estatal contra los manifestantes se debió a
que el ejecutivo estatal, vive ahí y su hijo también, pero lo cierto es que
según la justificación de su represión pareciera creerse el dueño de todo
Veracruz.
Ya hubo hace unos meses uno que consideró a Veracruz como su
propiedad y en lugar de meter dinero a las arcas lo introducía en sus
bolsillos. Ahora está en el reclusorio Oriente de la Ciudad de México tratando
de librar una a una las acusaciones en su contra, sin embargo, las denuncias
por agredir a la población a través de la represión social y a los
comunicadores a través de su aparato de Comunicación Social no están aún
incluidas y al parecer, ni lo estarán.
El oficio periodístico es el más despreciado en Veracruz,
principalmente por sus autoridades estatales.
El bloqueo se realizó sobre el bulevar Riviera Veracruzana para
exigir al presidente municipal de Alvarado, Bogar Ruiz, que dialogara con
ellos, al encuentro de los inconformes llegaron elementos de Fuerza Civil
y de la Secretaría de Seguridad Pública para detener al periodista, así como a
otros tres vecinos, entre ellos al empresario Marcos Orduña, ex presidente del
Consejo Empresarial Veracruzano.
Así, Yunes Linares justifica el encarcelamiento llamándole acción
indebida a la protesta social. Esto es para los anales de la represión en
México.
Pone como pretexto y premisa autoritaria que “mientras se mantuvo
cerrada la arteria se afectaron derechos de terceros, se detuvieron camiones de
pasajeros”, como si el transporte público fuera en realidad una preocupación
auténtica de Miguel Ángel Yunes, siendo lo contrario, al tener unos vehículos
que cobran mucho y tienen una pésima calidad de servicio.
Uno de los argumentos del gobernador fue el hecho de que muchas
personas debieron caminar para llegar a sus casas, cuando en realidad es una
práctica que vienen haciendo muchos veracruzanos porque no les alcanza para
pagar el transporte público.
Los pretextos de la represión impuesta por el panista Miguel Ángel
Yunes Linares rebasa cualquier tolerancia de la autoridad para convertirse en
un atentado contra los derechos humanos, civiles y políticos de sus paisanos,
que lastima a todos los mexicanos. Su antecesor también se burló de los veracruzanos
provocando la indignación de todo el país.
La violencia ejercida por el gobernador contra la población será
un duro golpe contra su partido en las urnas.
Cuando hay una protesta social el desorden no es la protesta sino
el conflicto sin resolver que origina esa movilización; sin embargo, parece que
Yunes Linares quiere resolver los problemas atacando violentamente los efectos
sin conocer las causas.
En la miopía política del gobernador el desorden social se origina
en la protesta ante el problema sin resolver y no en la negligencia de las
autoridades que son incapaces de darle cauce a una petición de la población.
Una vez que fueron detenidos Pano y Orduña, los liberaron, pero
minutos más tarde volvió a ser detenido y trasladado a las instalaciones de la
Base Marina en el municipio de Boca del Río.
“Ante la negativa de levantar el bloqueo, ordené que este fuera
retirado y que fueran detenidas las personas responsables del mismo”, justificó
Yunes públicamente la intervención violenta de los uniformados contra
veracruzanos de todas las edades, sin importar si eran hombres o mujeres. Lejos
de arrepentirse anunció su acto represivo como un acto heroico.
Si lo que quiere Yunes es erradicar la idea de la protesta social,
hizo exactamente lo contrario para lograrlo.
Un gobernador que no solo desconoce los derechos de los ciudadanos
sino que los golpea y encarcela se convierte en un verdadero tirano, que
seguramente afectará a su partido en la próxima contienda electoral.
En México mueren violentamente más periodistas que en países en
guerra como Siria, y Veracruz es la entidad donde más periodistas mueren en el
país.
Desde Nana Pelucas hasta Cecilio Pineda, pasando por Ricardo
Monlui, Miroslava Breach, Maximino Rodríguez, Javier Valdez, Jonathan
Rodríguez, Edwin Rivera, Luciano Rivera, México sigue teniendo en la muerte de
periodistas una preocupación generalizada porque los comunicadores son fácil
blanco de las balas de los delincuentes y se animan a seguir asesinando,
desapareciendo, torturando periodistas ante la impunidad que impera en la
entidad, sobre todo en este tipo de incalificables fechorías.
Pero si no les funcionara la negligencia que obliga a descalificar
la acusación con el pretexto de la mala redacción del expediente, está otra
arma recurrente en estos casos. La acusación gratuita e injusta de los policías
y procuradores hacia los periodistas.
Sin mayor investigación y de manera irresponsable para sacudirse
la responsabilidad de las agresiones a los comunicadores, las autoridades
sugieren y a veces aseguran que las víctimas formaban parte del crimen
organizado.
Políticos al Desnudo rechaza todo tipo de agresión contra los
comunicadores de Veracruz y del país, objetivo de intereses ilícitos que
intentan matar a la verdad sin saber que solo multiplican replicadores de lo
que quieren esconder. Quienes trabajamos en esta publicación exigimos que
termine la lentitud en las investigaciones en los casos de los comunicadores
asesinados en la entidad. PEGA
Y CORRE.- La desaparición de personas es ya un grave
problema nacional; sin embargo, Veracruz tiene el segundo lugar en este nada
honroso delito, como una muestra de que la inseguridad se apodera de la entidad
al convertirse en la segunda del país con mayor número de personas desaparecidas,
solo después de Guerrero. La promesa del gobernador de erradicar la inseguridad
en seis meses ya lleva año y medio y en lugar de disminuir, crece… Esta columna se publica los lunes,
miércoles y viernes.
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