Empresarios Mercenarios
En La Política
ALMA GRANDE
Por: Ángel Álvaro Peña
La humedad se parece a los oportunistas que cambian de partido
según les convenga. Cuando llega es difícil sacarla. Y de estos mercenarios hay
muchos a lo largo y ancho del país, lo difícil es detectarlos y extirparlos a
tiempo, porque cuando se cobra conciencia de su presencia, ya están colocados
en puestos clave y hasta nombrados por las nuevas autoridades como si se
tratara de personas sin historial oscuro ni pasado de dudosa honestidad.
La humedad penetra sin que se advierta y para erradicarla se debe
tumbar todo un muro y volver, en muchos casos, a construir otros, para poder
olvidarse de esa incómoda presencia.
Hay personajes en la política de Veracruz que hacen un reto a la
memoria de los veracruzanos y si fueran descubiertos para ellos no es
importante, el objetivo es preservar los privilegios que les permite estar de
ambos lados de la sociedad. Desde la administración pública y desde el lado del
empresariado.
Aquí se presenta la historia de tres personajes de la política
veracruzana que deberán ser juzgados por la población antes de continuar
medrando del presupuesto saltando de un cargo a otro dentro de la
administración pública, sin importar el partido que los cobija.
El caso del actual senador de Veracruz, Ricardo Ahued Bardahuil,
es digno de una fantasía producto de la imaginación más perversa. Pero no es el
único.
El actual senador por Morena, que no esconde sus propósitos de
convertirse en gobernador de Veracruz dentro de seis años, se vio en la
necesidad de incursionar en la política como una manera de fortalecer sus
empresas. Acorde con las necesidades de expansión empresarial encontró en el
Partido Acción Nacional las afinidades necesarias para incorporarse de una vez,
y de forma contundente en la administración pública, a pesar de que no tiene
una carrera terminada.
Pero en el PAN una persona de sus características no tuvo cabida.
La afiliación en ese partido sigue siendo, hasta la fecha, un laberinto
interminable que siempre lleva a la no aceptación.
Decepcionado del PAN, donde no obtuvo la candidatura esperada,
llegó al PRI, que acepta de todo con tal de que haya aportación extra, y se
convirtió en presidente municipal de Xalapa, a pesar de haber nacido en
Pachuca, Hidalgo. Después fue Diputado Federal, luego Diputado Local, y ahora
es Senador por Morena.
Compañero de mil batallas es Ernesto Pérez Astorga, a quien
arrastra a su lado desde que intentó entrar al PAN, y han seguido juntos de
partido en partido, hasta que ahora, luego de ser el suplente de Ahued en el
senado, convenció a medio mundo de ser morenista químicamente puro y se colocó
como el futuro secretario de Desarrollo Económico y Portuario en la
administración de Cuitláhuac García Jiménez.
Pero Ernesto Pérez Astorga no sólo fue impulsado por su gran
amigo, sino que en el peregrinar de partido en partido algo llevó a su mochila
de viaje y en combinación con su cuñado, Luis Palacios Macedo Gutiérrez, supo
colarse a esa posición desde donde seguramente apoyará a su familiar, porque
Macedo Gutiérrez ha firmado contratos con la administración de Fidel Herrera,
la de Javier Duarte, la de Miguel Ángel Yunes y, su logran convencer a Pérez
Astorga, como Secretario de Desarrollo Económico, también habrá negocio con la
nueva administración del cambio.
Grupo Corporativo Lupama S.A. de C.V. compañía de la que es
propietario Luis Palacios, fue señalada por haberse favorecido con múltiples
contratos en el gobierno de Javier Duarte, pero en lugar de que Yunes Linares
lo investigara, porque a través de esa averiguación pudiera haber malos
manejos, pues durante el gobierno de Fidel Herrera, Lupama realizó obra pública
sin licitar, es decir por adjudicación directa de la Secretaría de
Comunicaciones, por un monto superior a los 10 millones de pesos en cuatro
contratos entre 2007 y 2008.
Palacios Macedo le renta inmuebles en los que despacha el gobierno
de Yunes Linares. Así, y por si fuera poco, el gobernador lo invitó a formar
parte del Comité Ciudadano de Vigilancia y Seguimiento del Proceso de Entrega y
Recepción de las Dependencias y Entidades de la Administración Pública 2016 –
2018, que supervisará el estado que guarda el gobierno para transferirse al
nuevo Ejecutivo.
Luis Palacios Macedo Gutiérrez fue favorecido con un contrato
luego de haber aceptado formar parte de esta comisión. Es decir, hasta el último
minuto de la actual administración está expuesta la sociedad entre Yunes y
Palacios.
Palacios, una vez que se sintió fuerte en la actual
administración, ascendió en la parte empresarial hasta convertirse en el
presidente del Consejo Coordinador Empresarial de Xalapa, desde ahí le hizo el
gran favor a Yunes de convencer a los empresarios de que no presionaran al
gobernador para que les pague los adeudos de la anterior administración, porque
seguramente les explicó que se encontraba muy deprimido ante la derrota de su
hijo en las urnas, donde siempre pensó que triunfaría.
Así, Luis Palacios, desde la presidencia del CCE de la capital del
estado, le detuvo una bronca que todavía no se resuelve, engañando a los
empresarios que pronto su deuda sería liquidada sin que haya ninguna señal de
que así sucederá en los próximos años.
Palacios y Yunes dejarán esta deuda para la próxima
administración, como si no tuviera ya suficiente con cargar con los mercenarios
de la política que se colaron en Morena y en el próximo sexenio de Veracruz,
como la humedad, habrá que extirparla para que en realidad haya cambios, de no
ser así, las familias que se enriquecieron con Fidel Herrera, lo seguirán
haciendo como lo hicieron siempre. PEGA
Y CORRE.- Y hablando de deudas, Yunes hasta realizó un
video donde se desentiende de la deuda que heredará a su sucesor, al afirmar
que se trata de un pasivo adquirido por sus antecesores, los priistas Javier
Duarte de Ochoa, Fidel Herrera Beltrán y Miguel Alemán Velasco… Esta columna se publica los lunes,
miércoles y viernes.
Dudas y comentarios:
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