Hace 40 años murió el
cantante y músico Julio Jaramillo
·
Julio
Jaramillo dejó de existir el 9 de febrero de 1978, sumiendo a la canción
romántica de América Latina en un dolor muy profundo
Julio
Jaramillo
JAVIER
GARCÍA JAVA
Publicado en: El Sol de Tampico
Dicen
que murió por complicaciones de una operación de vesícula; otros, que a
consecuencia de cirrosis debido a su alma bohemia. ¿Quién lo sabe? Lo cierto es
que Julio Jaramillo dejó de existir el 9 de febrero de 1978, sumiendo a la
canción romántica de América Latina en un dolor muy profundo.
Hoy,
a 40 años de su partida, sus grabaciones continúan escuchándose en diversas
latitudes terrícolas; sobre todo en las radios de la nostalgia y más aún en su
patria, Ecuador, donde se le considera un verdadero ídolo popular como en
México ocurre con Pedro Infante, en Argentina con Carlos Gardel y en Perú con
Chabuca Granda. De ahí que su nombre se inscribe con letras de oro en la
historia musical de esa nación sudamericana.
En
México, El ruiseñor de América, como llegó a conocérsele, escribió parte
fundamental de aquella historia. Durante las décadas de los 50 y 60 en el siglo
pasado Peerless lo grabó y los fanáticos aztecas lo admiraban fervorosos y
entonaban sus melodiosas letras escapadas de una voz cálida y un talento
natural que permitieron encumbrar en plena juventud al “J.J.” --como también lo
llamaban—a niveles muy elevados.
Canciones
como “Rondando tu esquina”, “Fatalidad”, “Ódiame”, “De cigarro en cigarro”, “Te
odio y te quiero” y “Nuestro juramento”, entre otras, eran la delicia del
público mexicano enamorado que las ofrecía en serenata a la amada al pie del
balcón.
Julio
Jaramillo formó parte de toda una época en la canción romántica latinoamericana
junto con otros intérpretes en boga como el puertorriqueño Daniel Santos, el
cubano Bienvenido Granda, el también ecuatoriano Olimpo Cárdenas y el mexicano
Marco Antonio Muñiz, todos ellos reyes de la música que, se dice, es bálsamo
para el corazón.
Fue
precisamente “Fatalidad”, un tema de Laureano Martínez (música) y Juan Sixto
Prieto (letra) el que lo lanzó a la fama en 1956. Se trataba del “cover” de un
éxito que ya había grabado su paisano Olimpo Cárdenas pero que, con Jaramillo,
cobró una dimensión muy especial.
Al
año siguiente, “Nuestro juramento” se convirtió en el éxito que lo consagraría
de manera internacional. Sus biógrafos, no obstante, coinciden en señalar que
su primera grabación fue un tema compuesto con fines electorales para un
político de apellido Guevara que buscaba la alcaldía de Guayaquil.
¿QUIÉN
ERA?
En
Guayaquil nació este muchacho el 1 de octubre de 1935. Sus padres, Juan
Pantaleón Jaramillo Erazo y Apolonia Laurido Cáceres, lo bautizaron con el
nombre de Julio Alfredo y desde muy chico sintió inclinación por la música,
aunque tuvo que superar, a los cinco años de edad, la muerte de su progenitor
en un accidente laboral.
Cuentan
que era un niño indisciplinado; que abandonó la escuela en el tercer año, pero
que su destino estaba trazado. Julio Jaramillo se erigiría como el máximo
intérprete musical de Ecuador y, tras su muerte, paradójicamente, se volvería
inmortal.
Su
carrera artística comenzó a los 16 años de edad ganando un concurso en una
estación de radio. El premio: una presentación en centro nocturno. Más tarde
sentaría cabeza, terminaría sus estudios y, sin embargo, seducido por la
bohemia, entre canciones, trago y mujeres lograría realizar una importante
labor de éxito en la difusión de su canto y la música romántica.
¡VAYA
DESCENDENCIA!
Christian
Julio Jaramillo, uno de sus nietos, hijo de Julio Francisco Jaramillo Sánchez,
afirmó en una entrevista para Cámara en acción que su padre es el primer hijo
de Julio Alfredo Jaramillo Laurido y que él, de acuerdo al árbol genealógico,
viene siendo el nieto número 10. Sorprendentemente, dijo conocer “más o menos”
la historia de los 27 hijos reconocidos de su abuelo, de alrededor de unos 43
“que conocemos”, los que procreó el “J.J.” con unas, “más o menos”, 10 u 11
mujeres.
Christian,
quien heredó el mismo timbre de voz de su abuelo e interpreta sus éxitos, habla
con orgullo de “ese cariño que la gente le guarda todavía” al Ruiseñor de
América, quien fuera conocido también con el mote de Mr. Juramento.
Era
prolífico, pues, no sólo en su línea musical que abarcaba, además, el vals, la
música tropical y el típico pasillo de su natal Ecuador. Asimismo, fue actor de
cine y participó en programas de televisión.
Hace
40 años su muerte causó tal impacto, que el pueblo lo veló durante tres días en
un ambiente de luto, dolor y admiración. Sus restos reposan en el cementerio
principal de Guayaquil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario