Desde el Café
La Brutal Respuesta de AMLO
Bernardo Gutiérrez Parra
Cuando visite Minatitlán el próximo viernes, el
presidente Andrés Manuel López Obrador deberá llevar algo menos tóxico que el
discurso que siempre utiliza, si no quiere ser abucheado por vez primera en lo
que va de su temprano sexenio.
Irá a una zona de guerra donde grupos
delincuenciales se pelean palmo a palmo la plaza y la vida de inocentes importa
menos que un pito. Una zona donde se perpetran dos o tres ejecuciones diarias
en promedio y donde la gente está aterrada, pero también está enfurecida.
Lo que menos desean los minatitlecos es que Andrés
Manuel repita que le dejaron un cochinero porque seguramente le revirarán: “Te
pusimos en la presidencia para que elimines ese cochinero, no para que te sigas
quejando de él”. Tampoco querrán oír descalificaciones, improperios, puyas y
bravatas, porque lo van a mandar bien lejos.
En el sur veracruzano la sociedad está turbada,
quebrada y dolida; nadie está para bromas, sarcasmos ni ocurrencias. Lo que
quieren oír son palabras de aliento y sentir el respaldo de un estadista, no
escuchar los denuestos vulgares de un peleador callejero.
Trece inocentes asesinados a mansalva en una palapa
donde se celebraba una fiesta, fueron el ¡Ya basta chingada madre! de una
ciudadanía sureña que por enésima vez salió a las calles a gritar su
impotencia, en un esfuerzo inútil porque les hagan caso.
A cinco días de la masacre, es la hora en que el
gobernador Cuitláhuac García no se ha dado una vuelta por Minatitlán para
ofrecer sus condolencias, confortar a los deudos y palmear espaldas.
Dependiente
al 100 por ciento de AMLO, está a la espera de que éste le vuelva a levantar el
brazo y diga a los adoloridos minatitlecos que Veracruz es un estado con suerte
porque tiene un gobernador inteligente y de una honestidad acrisolada.
Cualquier presidente con cinco centavos de sentido
común sabe que en un momento como el que vive Minatitlán debe llegar con un
discurso claro, directo y esperanzador. Pero AMLO no es cualquier presidente y
todo indica que arribará a esa ciudad echando pestes contra los corruptos y
crispando más a la raza. Al menos así lo esbozó este martes al llamar
“conservadores” a los que se quejan de la inseguridad.
Cuando un reportero le preguntó: ¿Piensa que la
exigencia de paz es exclusiva de los conservadores? Andrés Manuel contestó al
botepronto: Básicamente.
Brutal respuesta.
¿Cómo puede tasar así nomás tan a la ligera?
Este viernes “básicamente” se va a encontrar con
que los 147 mil 840 habitantes de Minatitlán son “conservadores” porque todos
le exigirán paz y seguridad.
Y en ese contexto, básicamente todos los mexicanos
también son conservadores porque desde hace años están exigiendo que se acabe
la violencia. Incluidos los 30 millones que votaron por él.
¿Será capaz de estigmatizar a todo México con ese
calificativo? No lo creo.
Como tampoco creo que su visita del fin de semana
aplaque el dolor, la impotencia, la frustración, la ira y el coraje en el sur
de la entidad, bañada con la sangre de cientos de inocentes.
bernardogup@hotmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario