Fin De Cacicazgos
ALMA GRANDE
Por: Ángel Álvaro Peña
Para quien niegue que el cambio va en serio, la revocación de dos
aparentes triunfos electorales se pondrá a juicio del Tribunal que podría hacer
rectificar al INE.
De nuevo el INE aparece como un grupo de ingenuos colaboradores
del poder que no han podido ganarse la confianza de la población.
El simple hecho de que se le haya quitado el triunfo de la
alcaldía de Coyoacán al ex futbolista Manuel Negrete, y se haya puesto a
revisión el conteo de votos en Puebla, habla de que la legalidad debe imponerse
sobre las transas electorales, en las que pareciera tener cierta experiencia el
INE.
No bastó que se le descalificara cuando intentó sacar a un
candidato independiente de la jugada. Tampoco el hecho de que la FEPADE haya
echado atrás la multa de más de 197 millones de pesos, impuesta a Morena.
Y una serie de rectificaciones que deberían forzar a renunciar a
más de un consejero electoral, empezando por su presidente Lorenzo Córdova.
En el caso de Coyoacán y Puebla, independientemente de que se le
haya impuesto una rectificación de sus acciones ilícitas en los comicios, hay
un cacicazgo que raya en el delito. En Coyoacán está quien se consideró el
dueño de la delegación, pero en realidad se trata de un verdadero delincuente
peligroso.
Mauricio Toledo, quien fuera delegado hace seis años, se adueñó de
los grupos de mayor presión en la circunscripción y armó grupos de choque que
defendían sus intereses personales.
Cuando nombra como su sucesor a Valentín Maldonado, el poder en
Coyoacán sigue siendo de Toledo, quien sale de la administración de la
localidad con un grave deterioro de su imagen. Se le exhibió que había
adquirido luminarias con un sobreprecio fuera de toda proporción; sin embargo,
no tuvo problemas en imponer a Maldonado, con la complicidad de Miguel Ángel
Mancera, porque el poderío ilícito de Toledo no se explica sin la participación
del entonces jefe de gobierno que no desconocía toda una serie de delitos
cometidos que, según notas periodísticas, llegó hasta el asesinato.
Mauricio Toledo organizó la violencia para impedir que Claudia
Sheinbaum realizara mítines en Coyoacán, menos aún en las intermediaciones del
edificio delegacional.
Lo impidió a sangre y fuego. Se comprobó que quienes habían
incitado a la violencia contra los candidatos de Morena, estaban en la nómina
de esa delegación, pero se justificó su acción como una simple falta
administrativa.
Ahora, una vez sin fuero, a Mauricio Toledo se le responsabiliza
de no realizar obras por las que cobró, como es el caso de un hospital para la
mujer, cuyo primer pago desapareció como por arte de magia, eran más de 80
millones de pesos, que seguramente debió repartir entre sus cómplices con mayor
y menor nivel que él.
Durante su gestión y la de Valentín Maldonado, Toledo hizo lo que
quiso, alteró la arquitectura de uno de los mercados con mayor tradición en
Coyoacán, como es el caso del mercado de La Bola, le colocó puestos con varilla y
cementos adicionales para que una de sus comadres se adueñara de esos espacios.
Toledo incurrió en muchos delitos en Coyoacán con el proceso
inmobiliario. Y para garantizar que los permisos estuvieran controlados por él,
colocó a sus incondicionales en las instalaciones de la delegación, sin
pertenecer a la nómina, pero contaba con oficinas, escritorios y hasta
secretarias a su servicio, todo pagado por el presupuesto de la delegación.
En el caso de Rafael Moreno Valle, se trata de una persona que
nunca vivió en México, toda su vida académica la pasó en el extranjero, y es
por ello que la arquitectura de los fuertes de la ciudad de Puebla fue alterada
como le vino en gana, pero lo más grave del gobernador bala es la violación a los
derechos humanos.
Su combate a la disidencia llegó a grado tal que no permitía que
nadie se manifestara en las calles, por ello autorizó, con complicidad de su
Congreso local, la utilización de balas de goma para disuadir a los
manifestantes.
El 9 de julio, pobladores de San Bernardino Chalchihuapan se
manifestaron en la autopista Puebla-Atlixco, por las juntas auxiliares de por
lo menos 190 poblados que exigían la restitución de las oficinas del Registro
Civil.
Este tipo de proyectiles le costó la vida a un menor de 13 años
que regresaba de la secundaria, sin que el gobernador haya siquiera ofrecido
disculpas a la familia ni castigado severamente al policía que le ocasionó la
muerte a José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo, quien el 9 de julio de 2014
resultó herido en un enfrentamiento con la policía de Puebla, y por lo cual fue
declarado con muerte cerebral y falleció once días después en el hospital.
En redes sociales comenzó a circular el video donde se ve que el
niño de 13 años, ayudando a pobladores, intenta limpiarse la sangre que le
brota de su cabeza. Días después, Moreno Valle negó que los elementos
policíacos usaran balas de goma para dispersar la marcha, los familiares del
menor acusaron que su herida fue ocasionada por una de estas pelotas de goma de
la policía.
La diputada federal del PRD, Roxana Luna Porquillo, denunció a
través de varias fotografías, que los proyectiles fueron utilizados por los
granaderos.
El gobierno de Puebla, encabezado por Rafael Moreno Valle, del
PAN, y el Congreso local aprobaron el 19 de mayo de 2014 la llamada Ley Bala, que
regulaba el uso legítimo de la fuerza por parte de los elementos de las
instituciones policiales del estado y prácticamente permitía que los policías
dispararan contra civiles.
Hubo muchas manifestaciones de inconformidad durante el periodo de
Moreno Valle, y esta vez intentó colocar a su esposa como su sucesora, con un
intermedio en el gobierno poblano, su gran amigo Antonio Gali, quien sólo
trabajó para cubrirle las espaldas a Moreno Valle y allanarle el camino a
Martha Erika Alonso, esposa del ex gobernador, cuyo triunfo electoral ahora
está en entredicho ante un sinnúmero de anomalías que ocurrieron a lo largo de
la jornada electoral.
Los caciques políticos deberán no sólo desaparecer sino ser
castigados con sanciones ejemplares para que se erradique este tipo de
delitos. PEGA Y
CORRE.- De nuevo asesinan a un periodista, esta vez en
Chiapas, y sus homicidas siguen impunes como si fuera un alivio para las
autoridades que haya un periodista menos. El reportero y corresponsal de El Heraldo de Chiapas,
Mario Gómez, fue asesinado cuando salía de su vivienda, informó el fiscal
general del estado, Raciel López Salazar. Mario Gómez Sánchez había interpuesto
demanda ante la Fiscalía Zona Norte, por amenazas de muerte que había recibido
de grupos armados que operan en Yajalón y municipios cercanos, como Chilón y
Tumbalá. ¿Hasta cuándo?… Esta
columna se publica los lunes, miércoles y viernes.
Dudas y comentarios:
angelalvarop@hotmail.com
Facebook: PoliticosAD
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