INE castiga la
austeridad
ALMA GRANDE
Por Ángel Álvaro Peña
Los resultados de la contienda electoral del 1 de julio dejaron
pasmados al organismo que coordina los comicios y sufren una parálisis que
todavía no pueden superar.
El Instituto Nacional Electoral estaba preparado para otro
resultado.
Su práctica desde hace más de 20 años. Los primeros resultados de
la votación crearon huecos informativos que acusaban dudas.
Los consejeros no sabían qué hacer, como tampoco saben qué hacer
ahora.
Los concursantes de las votaciones debieron salir a hacer el
trabajo del INE. Con todo y pena, uno y otro de los candidatos perdedores a la
Presidencia de la República anunciaron al ganador. Tarea que originalmente le
correspondía al INE, pero los consejeros estaban pasmados. Boquiabiertos,
patidifusos, dejaron que los concursantes expresaran su derrota y nombraran
presidente a quien tanto habían atacado.
Desde ese momento los consejeros electorales no han sabido qué
hacer. Se les ve como extraviados. Sus funciones originales derivaron en una
simple cadena de multas a los partidos, de las que no han podido deshacerse
desde hace mes y medio.
Inventan multas que no tienen sustento legal, cobran pero no les
pagan, quieren regañar a un candidato y los presionan para que
paguen 20 millones de pesos por adeudos a proveedores de su campaña y con
quienes fueron representantes de casilla en el proceso electoral, pero El Bronco no les hace
caso.
La autoridad electoral ha dejado de serlo y la culpa la tienen sus
consejeros electorales que nunca actuaron de acuerdo las reglas sino que
obedecieron las consignas de los partidos que los patrocinaron.
De ahí que sea necesario cambiar el método para elegir a los
consejeros porque si dependen de los legisladores, estos pertenecen,
forzosamente aun partido político en su gran mayoría, y los consejeros electos
deben pagar facturas a quienes los erigieron coordinadores electorales.
La estructura del actual INE debe renovarse cuanto antes,
empezando por la manera de elegir a los consejeros. Los que ahora padecemos han
engordado la nómina de los partidos políticos para tener contentos a todos los
grupos de presión en el país y la apertura de las candidaturas independientes
sólo sirvieron para fortalecer intereses y no para darle solidez a la democracia.
La representación para los actuales consejeros electorales también
está extraviada y como todavía no se han repuesto del susto que les produjo el
resultado de las elecciones siguen sosteniendo registros de partidos que no
representan a nadie. Han sido incapaces, incluso, de hacerles conciencia a los
partidos que antes fueron fuertes de que ahora son minoritarios, a grado tal
que no pueden exigir transformaciones a una legislatura que todavía no inicia
desde unas cuantas curules sin consenso social.
Los partidos políticos tienen más representantes que
representados.
El abanico de ideas
políticas y sociales está rebasado. No hay definición en los programas de
acción y la fusión de estatutos se convierte en confusión. Es necesario
deshacerse de más de dos partidos que no representan a nadie, que se repiten en
sus consignas y sólo sirven para chantajear en las decisiones reñidas del
Congreso.
No son contrapeso sino
producto de intereses que arrojan más chantaje y prerrogativas que trabajo
legislativo honesto.
El INE pareciera seguir una inercia que se rompió el 1 de julio,
de ahí su parálisis. En su afán por reprimir a los partidos políticos sin
distingo, a los consejeros nunca se les ocurrió mostrar un mapa de los gastos
de cada partido de cada candidato, de cada coalición.
Morena en su campaña presidencial fue el partido que gastó menos
dinero, el que se sujetó a las prerrogativas entregadas sin rebasar el tope de
campaña, pero además fue el candidato que más kilómetros recorrió a lo largo y
ancho del país. La austeridad debió ser señalada y debió servir de guía para
que los consejeros electorales reconsideraran los presupuestos otorgados a los
candidatos en campaña, fortaleciendo una partidocracia que se convierte en
casino a la hora de las elecciones.
El candidato que más dinero gastó fue Ricardo Anaya y el que menos
kilómetros recorrió. Su campaña fue una especie de videojuego en el que las
redes sociales sustituían el contacto con la gente. Incluso en uno de los
debates propuso otorgarles celulares a los campesinos que carecieran de ellos,
como si esto sirviera para mejorar la productividad del campo.
Otro de los ejemplos de austeridad y que debe ser una señal de
alerta para los nuevos consejeros electorales, es el hecho de que en estados
como Veracruz, donde el INE fue incapaz de poner un alto a ese intento de
monarquía, donde se corrió el riesgo de heredar el poder, los gastos de campaña
del candidato de Morena a la gubernatura se ajustaron a lo otorgado por la
autoridad electoral; en cambio, la campaña de Yunes Márquez debió tomar
prestado de las arcas del presupuesto de la entidad para sacar adelante una
candidatura que había nacido muerta por su semejanza a la dinastía y su
alejamiento de la democracia.
Estos factores que deben tomar ahora en cuenta los consejeros del
INE no son antecedentes valiosos a la hora de imponer multas que es ahora su
única actividad, luego de ser rebasados en la organización de las elecciones y
el conteo de los votos.
El INE avaló en días pasados sanciones a candidatos y partidos políticos
que participaron en el proceso comicial por 872.6 millones de pesos, por
irregularidades en la fiscalización de ingresos y gastos de campaña.
Dichos dictámenes se remitirán al Tribunal Electoral del Poder
Judicial de la Federación, con el objetivo de revisarlos y avalarlos, se
califique y valide la elección federal.
Por si esto fuera poco el INE recibirá en los próximos días un
revés al darse a conocer el fallo de la Fepade respecto a la multa de 197
millones de pesos que le trató de imponer a Morena por una confusión de cuentas
mal intencionada de los propios consejeros. El pretexto fue una supuesta
operación irregular del fideicomiso que aseguran fue creado por el partido,
cuando en realidad está conformado por particulares.
Con 10 votos a favor y uno en contra, el Consejo General del INE
multó a Morena. La Fepade no tarda en dar un fallo a favor de Morena y dejar en
ridículo a 10 de los 11 consejeros del INE. Esos consejeros deben empezar a
hacer maletas. PEGA
Y CORRE.- Ante la presión de los veracruzanos y de Morena,
el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares anunció que no presentará una
propuesta para las 12 vacantes de magistrados del Poder Judicial y cedió el
nombramiento al próximo gobernador Cuitláhuac García… Esta columna se publica los lunes,
miércoles y viernes.
Dudas y comentarios:
angelalvarop@hotmail.com
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