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Discurso Pronunciado por el Lic.  Crisóforo Hernández Cerecedo  por el Natalicio del Ilustre Político Tuxpeño, Don Jesús Reyes Heroles, el pasado 3 de abril.

Señoras y Señores, Muy Buenos Días

En primer término, agradezco la presencia de ustedes a esta ceremonia con la que recordamos que hace 97 años, el 3 de abril de 1921, naciera en esta ciudad y puerto de Tuxpan Don Jesús Reyes Heroles, uno de los tuxpeños más distinguidos del siglo pasado en la historia de Tuxpan, de Veracruz y de México.

Un tuxpeño, cuya obra trascendente, visionaria y progresista, permanece en el quehacer diario en la vida política de la república. Honrar, honra, por eso debemos felicitarnos por la celebración de este evento en el que recordamos con admiración y respeto al tuxpeño ilustre, al hombre universal, al sociólogo, al literato, al jurista, al ideólogo político que fue Don Jesús Reyes Heroles.

Reyes Heroles, a decir de su hijo Federico Reyes Heroles, en la obra “Orfandad, el padre y el político”,  inició su instrucción primaria en Tuxpan, Veracruz, concluyéndola en Tampico, Tamaulipas, donde cursó también los estudios secundarios, los estudios de bachillerato los realizó en San Luis Potosí, los profesionales en la ciudad de México.  Obtuvo una beca para realizar estudios de postgrado en la Universidad de Buenos Aires, Argentina, en la que su trabajo de tesis fue referencia obligada en la impartición de la materia Teoría del Estado, así como obra de consulta en la disciplina del Derecho.

Reyes Heroles, fue diputado federal por Tuxpan, director general  de Petróleos Mexicanos, director del Instituto Mexicano del Seguro Social, secretario de Educación Pública y secretario de Gobernación.

Fue Don Jesús Reyes Heroles un mexicano excelso y ejemplar, un gran luchador social, comprometido con su tiempo, defensor de la democracia, quién con una gran sensibilidad, sentido común y conocimiento histórico de México, interpretó lealmente sus orígenes, los ideales de nuestra revolución, los que a través de ensayos, discursos y libros, sirven, sirvieron y sirven para actualizar y adecuar el desarrollo político de nuestra sociedad.

Fue Don Jesús Reyes Heroles el esclarecido tuxpeño que en distintas circunstancias políticas y sociales, aportó soluciones a los problemas más críticos y fervientes de nuestra nación; ferviente creyente en el estado nacional y del sistema político mexicano, bien como funcionario público o como dirigente nacional de su partido, recomendaba encontrar siempre en la acción política el punto de coincidencia entre la idea revolucionaria y la práctica cotidiana: “La teoría sin la práctica produce esterilidad y la práctica sin la teoría puede conducir a la barbarie”, sentenciaba.

Reiteraba cuantas veces tuvo oportunidad que la política es negociación honorable, nunca deflexión, es pasión, es entrega, el político puede o no vivir de la política, pero debe vivir para la política, hagamos pues, seguía diciendo, “Política en todas partes, en el hogar, en el ejido, en la fábrica, en las escuelas, en los municipios, en los clubes y asociaciones, política en todas partes y a todas horas, política,  política y más política”, sentenciaba.

Como Secretario de Educación Pública creía firmemente que la educación puede ser un motor para cambiar el país. Sostenía que el ente transformador de la sociedad es el ser humano, de ahí que una de las mayores preocupaciones de los gobiernos debe ser la mejor preparación académica e intelectual de la sociedad para aspirar a mejores niveles de vida y bienestar, sentenciaba: “cuesta mucho educar a un hijo, pero cuesta más no hacerlo”.

Le rendimos hoy nuestro más profundo reconocimiento, porque dedicó mucho tiempo a la actitud política, porque con pasión talento y esfuerzo, contribuyó en forma destacada a la consolidación del México moderno, porque lo hizo con intensidad humana y fervor popular excepcionales.

Con este homenaje que hoy le rendimos, honramos la memoria de quién entregó su vida a las mejores causas de México, resaltamos la esencia de las experiencias que nos legara, este homenaje es testimonio de admiración y respeto a uno de los políticos más sobresalientes de las últimas décadas, que más allá de su entorno nacional hizo aportaciones serias y profundas a la ciencia política contemporánea.

Sin lugar a dudas, fue el tuxpeño Don Jesús Reyes Heroles el artífice principal de la reforma política democrática más importante del México contemporáneo.  Gracias a su extraordinario talento y su preocupación por el mejoramiento y perfeccionamiento de nuestro sistema político, supo en su momento ampliar las bases para la modernización del sistema de gobierno, entendió e instrumentó una reforma política que amplió la representación social ensanchando los caminos democráticos que fortalecen la relación estado y sociedad.

Una reforma política que sacó de la clandestinidad a grupos radicales como el Partido Comunista, el Grupo de Genaro Vázquez, Lucio Cabañas, la Liga 23 de Septiembre, que amenazaban con perturbar la paz social.  Grupos que no tenían opción de ser escuchados.  Una reforma política que garantizó el acceso de nuestro país en forma definitiva a normas  más democráticas por la vía del pluralismo, pluralismo político que consolidó y sustentó la paz social que hemos disfrutado.

Sin embargo amigas y amigos, debemos reconocer a 97 años del natalicio de este ilustre tuxpeño y hombre universal, que las enseñanzas filosóficas de este prócer han sido olvidadas por una clase política que se pierde en concepciones materialistas.

La miseria de la política que hoy padecemos, es inaudita, con solo prender la televisión, abrir las páginas de los periódicos,  o a través de cualquier medio de comunicación, constatamos una degradación tal, que entre candidatos predominan los insultos, los descalificativos, los señalamientos, las corruptelas, las acusaciones, las trampas, más que esgrimir proyectos para sacar adelante al país, tal parece que se trata de encontrar quien es más corrupto.

 Los partidos políticos, todos sin excepción, en vez de ser fuente de transformación, lamentablemente en todos los niveles de gobierno se han convertido en fuentes de corrupción y de perversión de los valores que le dieron origen y que la mostraron como la más noble actividad.

Las nuevas generaciones, de la filiación política que sean, han despilfarrado la herencia intelectual y política de grandes hombres como Don Jesús Reyes Heroles, en la mayoría de los casos han buscado hacer de la política un negocio que en los últimos años muchos han conseguido, pero deben saber que tanto la verdad como la mentira, no pueden permanecer siempre ocultas y más temprano que tarde tendrán, los que han incurrido en esta práctica, que comparecer ante la justicia, como ocurre con varios exgobernadores y funcionarios públicos de nuestros días.

Son Tiempos de análices, de reflexión, tiempos en los que abundan los fanatismos políticos, el mesianismo político y todas esas prácticas que han reducido al ciudadano a ser presa fácil de instintos y pasiones irracionales.

La nueva ciudadanía que reclama Tuxpan, Veracruz y México, debe ser una ciudadanía en primer lugar democrática, que sepa respetar a los que piensan diferente, que sepa que de tesis y antítesis surge la síntesis, que cada una de las posiciones políticas de los ciudadanos de este país son importantes para la nación.

Ante la cercanía del próximo evento electoral, es necesario reflexionar profundamente sobre nuestra actitud ante el mismo, debe ser una decisión responsable, reflexionada, analizada, de la que no nos vayamos a arrepentir después.

 México ya no está para experimentos políticos e ideológicos sin sustento racional, o contribuimos a que México de el gran salto hacia el futuro o lo condenamos a la regresión autoritaria, a la cancelación de nuestros derechos democráticos, a la cancelación de nuestros Derechos Humanos, a la cancelación de nuestras principales libertades, debemos pensar seriamente en el proyecto de nación que queremos para nuestros hijos.

Hoy 3 de abril, la mejor forma de recordar a Don Jesús Reyes Heroles en el aniversario de su natalicio, es contribuir con nuestra participación a que la política sirva para que todos los mexicanos tengamos mejores niveles de bienestar.