CON DERECHO A RÉPLICA
Por Francisco Vargas
Perales
Julio 4 de 2016
El Grito del Cisne
Los
ciudadanos que asistimos al segundo informe de labores del entonces alcalde de
Tuxpan Alberto Silva Ramos, vimos a un presidente municipal contento y
enjundioso que leía su informe orgulloso de todas las obras que había realizado
en ese año de gobierno. Los únicos que
no estaban contentos eran los propietarios de las compañías constructoras a
quienes Alberto Silva les quedaba a
deber y la entrada para ellos a la tesorería municipal les resultaba casi
inexpugnable.
En
esa ocasión el entusiasmo del Cisne Alberto Silva era tan desbordante, que al
término de su informe como colofón mencionó: “el próximo año van ustedes a
escuchar el verdadero Canto del Cisne”.
Alberto Silva en su tercer año de gobierno municipal renunció a la
alcaldía y se fue a la ciudad de Xalapa, Duarte, su amigo el gobernador, lo
había nombrado titular de la Secretaria de Desarrollo Social (Sedesol).
Recuerdo
esa parte de una canción que canta Alberto Cortés, “Que cosas tiene la vida
Mariana”. Alberto Silva al tomar posesión de su cargo en Sedesol, en uno de sus
clásicos discursos lleno de alegría, mencionó que sacaría de la pobreza a 2
millones de habitantes del estado de Veracruz, con esa varita mágica que siempre daba la impresión que traía y
como también era su costumbre, deja Sedesol para ocupar la vocería oficial del
gobierno de Javier Duarte. Y así como en Tuxpan diaristas y empresarios
constructores se quedaron esperando que les pagara, Así los 2 millones de
indígenas y campesinos se quedaron esperando a quién se decía su benefactor, el
Cisne. Importante es decir que en ese año el Coneval (Consejo Nacional de
Evaluación Política de Desarrollo Social), anunció que en Veracruz en esa etapa
aumentó el porcentaje de su población que no podía adquirir la canasta
Básica.
Alberto
Silva, ya investido como Coordinador de Comunicación Social del Gobierno del
Estado, vocero, pues, se encuentra con la familia Yunes, todos ellos panistas,
uno Alcalde de Boca del Río, otro
Senador de la República y su padre Miguel Ángel Yunes Linares, diputado
federal plurinominal y con aspiraciones acendradas de ser el próximo candidato
del PAN al gobierno del estado y con muchas posibilidades de lograrlo, por lo
mismo era el enemigo político a vencer.
Todavía son recordados los twiters que intercambiaron Alberto Silva Ramos
y Miguel Ángel Yunes Linares; en uno de estos, Silva Ramos le llamó ¡burro! A Miguel Ángel. La baraja ya se había
repartido y la moneda ya se había lanzado al aire.
Alberto
Silva tenía aspiraciones de ser el candidato del PRI a gobernador del estado si
su amigo Javier Duarte lo apoyaba, y en la lucha electoral se encontraría con
el acérrimo enemigo de su expatrón Fidel Herrera Beltrán y de su amigo a quién
nunca consideró su jefe, Javier Duarte de Ochoa. Pero para tal efecto le faltaba más carrera
política y había que buscar otro cargo electoral y se acordó del maravilloso
puerto de Tuxpan con sus obras de relumbrón que le había construido.
Silva
se regresa a Tuxpan y llega como candidato a diputado federal por el PRI; al
inicio de su campaña Alberto Silva lleno de egolatría menciona que sería el
candidato con mayor votación en el estado y que haría cenizas al PAN, ese día
era miércoles de ceniza para los católicos.
Alberto Silva gana la diputación, pero su votación fue rebasada por muchos candidatos, pero con ese cargo de
diputado federal había suficiente trayectoria política para ser candidato a
gobernador de Veracruz.
Y
mire usted amable lector, lo que son las cosas.
Nuestro paisano, el actor político que nos ocupa, Alberto Silva Ramos,
abandona una vez más al pueblo de Tuxpan y se va a Xalapa a ocupar por segunda
ocasión la vocería del estado. Alberto Silva para los tuxpeños siempre fue de sorpresas.
Y a los tuxpeños nos sorprende leer en la prensa estatal y en las redes
sociales que al Cisne Alberto Silva lo están relacionando en un fraude
mayúsculo que cometió el gobernador del estado Javier Duarte de Ochoa al crear
25 empresas fantasmas a quienes entregaron contratos y se les pagaron 645 millones de pesos y estas empresas
no existen.
Los
nombre de los funcionarios que
autorizaron la entrega de contratos a la red fantasma de empresas los dio a
conocer el Portal Vanguardia/MX y entre
estos está nuestro diputado federal con licencia Alberto Silva Ramos, que
cuando era Secretario de Desarrollo Social de Veracruz otorgó 45 de esos
contratos; también señalan al extesorero de Tuxpan Humberto Benítez Pérez,
quien firmó los contratos en su calidad de Jefe de la Unidad Administrativa de Sedesol.
Así
también señalan a Edgar Spinozo Carrera, exoficial mayor de la SEV, Tarek
Abdalá Saad, extesorero de la Secretaria de Finanzas; Noemí Guzmán Lagunes,
exsecretaria de Protección Civil, Vicente Benítez González, exsubsecretario de
Sedesol; Juan Carlos Rodríguez García, exdirector Jurídico de Sedesol; Tomás
Ruíz González, exsecretario de Finanzas.
Adolfo
Mota Hernández, exsecretario de Educación; Zaide del Carmen Zamudio, exjefa de
la Unidad Administrativa de la Secretaria de Protección Civil. Todos ellos considerados “Niños de la
Fidelidad” a quién el gobernador próspero Javier Duarte de Ochoa los quitaba de
un cargo y los ponía en otro “aunque traicionarán su confianza”.
Lo
anterior fue resultado de una investigación que realizó el acreditado Portal de
Noticias Animal Político, siendo confirmado posteriormente por el Servicio de
Administración Tributaria (SAT). De ser
ciertas estas afirmaciones que se han convertido en el tema del día en la
ciudad de Xalapa y en todo el estado, ahora sí escucharemos el Canto del Cisne,
como diría Alberto Silva Ramos en aquella ocasión. Y hasta la próxima D.M.
Para
Réplica y Comentarios ponemos a su disposición los correos electrónicos ypuntotux@hotmail.com y franciscovperales@hotmail.com
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