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Una Entrevista con…
Aseador de Calzado Estuvo en la Casa Blanca
* Pasó de mojado a los Estados Unidos * Fue tras el sueño americano
* En Estados Unidos pagan a 7 dólares la hora, en México la quieren pagar a 7 pesos, dijo

Por Francisco Vargas Perales

Según datos y  cifras  que proporciona el Diputado Federal Juan Nicolás Callejas Arroyo, son más de 13 millones de mexicanos que están en los Estados Unidos y 600 mil son de Veracruz, algunos los deportan y se quedan en la frontera norte del país, para intentar su reingreso al lado americano. Menciona el legislador veracruzano que no coincide con el presidente Calderón al decir que son menos los mexicanos que entran a los Estados Unidos y más  los que están regresando. “ No están regresando, dijo Callejas, los están regresando”.  Mientras tanto el Instituto Nacional de Migración arroja cifras: de los más de 500 mil connacionales que han sido repatriados cada año en promedio, el año pasado fueron deportados 270 mil de la entidad veracruzana. De las personas repatriadas, Veracruz fue la sexta entidad de donde provenían más migrantes que buscaron llegar a los Estados Unidos.

Encarnación Castellanos Flores, oriundo de este puerto, es una de las personas que vio frustrado sus deseos de quedarse en la Unión Americana.  Encarnación logró traspasar la frontera norte, trabajó allá con los “güeros” por aproximadamente diez años, pero la Ley 1070 de Arizona lo repatrió. He  aquí la entrevista con Encarnación, el aseador de calzado que llegó hasta el Capitolio de los Estados Unidos:

¿Cómo de llamas? Encarnación Castellanos Flores, soy originario de este municipio de Tuxpan, actualmente me desempeño como aseador de calzado, ese es mi oficio.

¿Estuviste en los Estados Unidos?, Sí, pase por la frontera de Sonora, trabaje como indocumentado por más de nueve años en la construcción de casas, en la carpintería y lavando autos.

¿ Te pasó algún guía o  grupo?, Brinque sólo la línea, un amigo me llevó, no por el desierto, por la carretera, un amigo de Arizona y llegamos a Phoenix, ahí estuve trabajando cinco años, dos años en california y dos años en Washington D.C.  estuve trabajando seis meses en la construcción la misma compañía  nos llevaba y nos traía, nos pagaba doce pesos la hora trabajábamos ocho horas diarias.

¿Con quién vivías allá? Rentábamos una “Traila”, éramos seis compañeros, originarios de Sonora y yo.

¿Conociste Washington? La capital, si, entramos a una  marcha por  querer ganar alguna admistía por parte del gobierno americano, por medio de la estancia que estuve allá, queríamos que  el gobierno nos reconociera los años de estancia en los Estados Unidos, desafortunadamente se metió Migración y nos aventaron para afuera por lo mismo, no había apoyo por parte del gobierno.

¿Conociste el Capitolio?, Conocí el Capitolio, está muy bonito, entramos en marcha por querer ganar la admistía, anduve  caminando adentro de  la Casa Blanca más que nada, estaba de presidente George Bush.

¿Qué experiencia te dejó el haber andado por allá? El temor de la deportación, todos los mexicanos que estamos allá, centroamericanos, es lo que nos pasa por la cabeza, la deportación en cualquier momento.

¿Mandabas dólares? Yo mandaba semanalmente a mi casa para que mis hijos estudiaran un equivalente de 300 dólares por semana

¿Lograste juntar algo? Más que nada la carrera de mis hijos, son cuatro, tres mujeres y un varón, aprovecharon mi estancia en Estados Unidos, se prepararon y terminaron su carrera, una es contadora, licenciada en administración de empresas y otro estudia todavía.

¿Lograste hacer tu casita aquí? Sí, mi casa está terminada, porque para eso se va uno, para hacer algo en la vida y darles estudio a los hijos para que se defiendan en lo futuro, ya ve que aquí en México la situación aún sigue crítica, pues, con lo que se gana aquí a veces alcanza, a veces, no.

¿Qué te motivó, regresar a México? No me quería regresar, simplemente me agarró en tráfico el Sheriff y me mandó al condado por tres meses por el hecho de ser ilegal en los Estados Unidos, pero hay oportunidades muy buenas allá que uno  puede lograr a través del comportamiento y el trabajo que realice, pero siempre hay que estar escondido por el temor a que lo agarren a uno y lo deporten.

¿Pero podías salir a divertirte? Podía ir a comprar, visitar un teatro, un cine, a un mall, a uno que otro lugar, podía salir sin problema, el problema fue hace dos años cuando salió la Ley 1070 que impuso George Payo junto con la gobernadora de Arizona Bauer, impusieron esa Ley y uno ya no se sentía seguro, supuestamente uno tenía que emigrar a otro estado o regresarse a México.

¿No dejaste nada allá, alguna cuenta en el banco? Dejé mis  pertenencias que quedaron en el apartamento, pues uno no puede sacarlas, por estar detenido, nunca quise sacar una cuenta de ahorros allá, mandaba mi dinero por medio del banco.

¿Cuánto tiempo llevas ya en México? De que regresé llevó un año dos meses, el castigo que me dio Migración de los Estados Unidos fue de un año y seis meses. Pienso regresar con el tiempo si la situación se presta, porque la vida aquí es difícil.

¿Tuviste problema con  el idioma? No hubo problema, porque se aprende, allá le dan a uno clases de inglés, nos enseñan y uno pone empeño para lograr lo que uno quiere, más que nada el trabajo y poder hacer compras en los Estados Unidos, por ejemplo, pedir comida y platicar con la gente, es muy importante aprender el inglés, yo fui a la escuela y por medio de la compañía recibí el apoyo, orientación y clases.

¿A que te dedicas ahora? Soy Aseador de calzado de momento, era mi antiguo oficio cuando yo estaba en México, aquí sale para comer por el momento. En Estados Unidos la vida es más cómoda, pero todo cuesta caro, pero hay oportunidades para todo, apartamento, auto, educación que te da el gobierno, es mucha la diferencia de México a los Estados Unidos.

¿Cuánto ganas diario como aseador de calzado? Sale para comer y para hacer algunos gastos.

¿Cuánto ganabas allá? Allá gana  arriba de 8, 10 y 12 dólares, según  el trabajo que se ejerza es lo que se gana, el trabajo allá está entre 7 y 7 cincuenta la hora, es mucha la diferencia, aquí en México lo quieren hacer por hora y pagar a 7 pesos, ¿quién va a vivir con siete pesos y devaluados?.

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